Comunidad de Jalisco envenenada por el agua y el Gobierno ‘hará un estudio’

Durante años, los pobladores una región en Jalisco han sufrido afectaciones renales y malformaciones por la calidad del agua que consumen y las autoridades nunca han tomado cartas en el asunto.

 

CHAPALA, JALISCO, 28ABRIL2016.- El Lago de Chapala es el más grande del país y es la principal fuente de agua potable para Guadalajara. Sin embargo, investigadores han encontrado metales pesados en el agua lo que afecta notablemente a la fauna y flora del lugar. La masa de agua abarca 17 municipios y colinda con el estado de Michoacán; el sistema Lerma-Chapala es el sistema de aguas más importante de la región Occidente del país.  FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM
El Lago de Chapala es el más grande del país y es la principal fuente de agua potable para Guadalajara. 

Regeneración 02 de junio de 2016.- El agua que consumen los pobladores de San Pedro Itzicán y Agua Caliente, en Jalisco, tiene altos niveles de sulfuros, manganeso, fluoruros y heces fecales que superan lo permitido por la Norma Oficial Mexicana y que han consumido durante décadas, lo que vulnera su derecho a tener acceso a agua limpia.

Los daños por ingerir el líquido en condiciones insalubres provocan desde graves problemas renales hasta malformaciones genéticas o con algún problema de desarrollo cognitivo, como se han registrado en estas comunidades por más de 20 años. Aunque no hay un censo oficial de decesos o enfermos, se estima que al menos 100 muertes de la última década han tenido como causa padecimientos del riñón.

Ubicados en la ribera del lago de Chapala, los pobladores de estas comunidades luchan por subsistir entre la pobreza, la desnutrición y la amenaza que representa para su salud el agua con sustancias nocivas.

Esas comunidades de origen indígena han ingerido por décadas el agua proveniente de un pozo termal y un manantial que surten a la red pública, pero que no es tratada para el consumo humano.

El problema no es nuevo, hay análisis realizados por la Comisión Estatal del Agua que revelan las anomalías en la calidad del líquido desde 2011. Y en 2012 la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Jalisco emitió una recomendación al municipio de Poncitlán para que asegurara la inocuidad del agua y la salud de los habitantes.

Pero además de las afectaciones renales, también se documentaron 70 casos de malformaciones congénitas ligadas al líquido.

La única alternativa contra el agua en mal estado es agua embotellada que resulta un golpe al bolsillo para una comunidad mayoritariamente pobre.

La Secretaría de Salud de Jalisco anunció en abril pasado que hará un estudio epidemiológico para medir el incremento de casos de insuficiencia renal y su correlación con la ingesta de agua, muchos años tarde, para los pobladores.

Vía Sin Embargo.