El derecho a ser felices y respetados


Programa del Partido Liberal Mexicano, San Luis Missouri, 1º de julio de 1906.
La minería del cobre es una de las grandes riquezas del país. Todavía en julio de 2007, antes de estallar la huelga de Minera Cananea, el Grupo México incrementaba sus ganancias, de tres millones de dólares diarios, más de 148% de un año a otro. Su producción de 150 mil toneladas de cobre, el 46% de la producción del país, le aseguraba no menos de mil 360 millones de dólares anuales en ventas.


Hoy, luego de tres años de huelga iniciada por sus trabajadores en busca de mejores condiciones de seguridad, Germán Larrea, dueño de la minera, festeja el laudo de un tribunal que ordenó la liquidación de los mineros y la terminación de las relaciones laborales. Este émulo de William Greene, el criminal dueño de la minera hace un siglo, nos obliga a compartir la indignación que sufrió Ricardo Flores Magón al conocer el sacrificio de los heroicos trabajadores de Cananea en junio de 1906: “¿Qué espantoso crimen habían cometido los mineros para ser cazados como bestias salvajes? Un crimen realmente y muy grande, un monstruoso crimen: el de reclamar su derecho con las manos vacías. Ese es el crimen de los pueblos sometidos y esclavos. Ese es el crimen que expía el pueblo mexicano…”


“Cinco pesos, ocho horas” demandaban los obreros que fueron masacrados hace un siglo en Cananea. El respeto a sus derechos reclaman los mineros violentados el día de hoy. Que el ejemplo de lucha que están dando al pueblo de México ilumine los pasos que debamos dar hasta conquistar nuestra libertad.