La oposición señaló que hubo fraude electoral en las elecciones de noviembre y recibieron el respaldo del ejército.
Regeneración, 1 de febrero del 2021. Este lunes el ejército de Myanmar proclamó estado de emergencia durante un año y nombró a un general como presidente interino.
Este acontecimiento se da a una década de haber entregado el poder a un gobierno civil, luego de 50 años de regímenes militares.
Los militares detuvieron a la jefa del Gobierno civil de Myanmar (también conocido como Birmania) Aung San Suu Kyi y a varios líderes del partido gobernante del país.
Las detenciones se dieron luego de varios días de tensiones entre el Gobierno presidido por Suu Kyi y el poderoso ejército del país.
Esto luego de que en noviembre del año pasado se llevarán a cabo las elecciones donde la Liga Nacional de la Democracia (LND) ganará con más del 80% de los votos.
La oposición comenzó una campaña en la que acusaba de fraude electoral, lo cual fue apoyado por la cúpula militar.
Por lo cual el ejército señaló que la comisión electoral no subsano las “irregularidades” del proceso electoral.
Los militares señalaron en su cadena de televisión NAME, que esta acción es con el fin de preservar la “estabilidad” del país.
Los soldados también tomaron en control de la cadena de televisión MRTV y a las compañías de telecomunicación del país.
«La UEC (comisión electoral) no logró resolver las enormes irregularidades en las listas de votantes en las elecciones generales multipartidistas que se llevaron a cabo el 8 de noviembre de 2020», señaló el militar nombrado como presidente interino, Myint Swe.
Sin embargo, los medios del país no reportan ningún indicio de fraude electoral; pues el gobierno civil tenía gran apoyo popular pese a las acusaciones de genocidio contra la población musulmana del país.
Condena internacional
Ante esta situación la Casa Blanca condenó el Golpe de Estado y pidieron a los militares respetar las normas de la democracia, además de dejar en libertad a los líderes políticos.
Estados Unidos pidió liberar a la Premio Nobel de la Paz, Suu Kyi, quien tomó el poder de Birmania en 2015.
La mujer de 75 años se convirtió en un icono mundial por su lucha en favor de la democracia, lo que la llevo a permanecer varias décadas en prisión domiciliaria.
Además, advirtieron que en caso de que no se reviertan las medidas habrá repercusiones por parte de Estados Unidos.
Por su parte el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres condeno la situación en Birmania.
“La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares (…) representa un duro golpe a las reformas democráticas en el país”, señaló Guterres.
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