Leona Vicario, de las mujeres insurgentes, cabeza y empuje de la larga guerra de Independencia de México. Editora y periodista, terror de los conservadores
Regeneración, 15 de septiembre del 2019. Independencia de México. El grito de Dolores dado por Miguel Hidalgo en 1910, fue secundado por mujeres y hombres que durante más de una década pelearon armas en mano y con la fuerza de las ideas. Así Gertrudis Bocanegra, en el actual Michoacán, por ejemplo, o Leona Vicario «La mujer fuerte de la Independencia».
Única mujer en recibir funerales de Estado por sus servicios a la Patria.
Y es que no es para menos: siendo una jovencita tuvo que ser trasladada a sitio seguro: Hija única de familia acomodada no podía contener su júbilo ante los levantamientos y éxitos -aparentes aún- de los Independentistas.
Desde la Ciudad de México formó parte de la conjura «Los Guadalupes», aportando fortuna personal e información de primera mano a los insurgentes.
Sus aretes, y otras alhajas las donó para que se hicieran cañones.
La madre de Leona Vicario fue Camila Fernández de San Salvador, descendiente directa de Ixtlilxochitl II, último tlatoani de Texcoco.
Primera y segunda huida
María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, de 21 años y conjurada fue apresada y condenada
Esto tras haber sido interceptado un correo suyo al bando independiente. Intentó huir a Michoacán y hacia el Estado de México. Tuvo que regresar.
Interrogada en el juicio, jamás delató a sus compañeros. Se le incautaron todos lo bienes y fue condenada a prisión.
En una acción de rescate 3 independentistas se infiltran en la cárcel disfrazados capitanes y la liberan.
Una negra entre una recua de mulas
Finalmente, Leona Vicario en grave peligro salió de la Capital virreinal.
Disfrazada de negra, con la cara pintada, vestida de harapos y en medio de una recua de mulas.
Así pudo finalmente eludir peligro e iniciar su participación en la larga gesta de Independencia y hasta su muerte en 1842.
Agarrón con el jefe conservador Lucas Alamán
Para variar los conservadores afirman que las mujeres fueron a la Independencia por amor a sus hombres.
Lucas Alamán, cabeza visible del bando conservador en México, tuvo la buena ocurrencia de decirle lo anterior a… ¡Leona Vicario !
La respuesta de Leona Vicario desde su columna en El Federalista:
«Confiese Sr. Alamán que no sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres».
«Que ellas son capaces de todos los entusiasmos y que los sentimientos de la gloria y la libertad no les son unos sentimientos extraños».
…
«Por lo que a mí toca, sé decir que mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres, nadie ha influido absolutamente en ellas».
«Y en este punto he obrado con total independencia y sin atender que las opiniones que han tenido las personas que he estimado».
«Me persuado de que así serán todas las mujeres, exceptuando a las muy estúpidas, y a las que por efecto de su educación hayan contraído un hábito servil».
«De ambas clases hay también muchísimos hombres». -Leona Vicario-
¡Tómala !…
Una pareja insurgente
Leona Vicario se casó con Don Andrés Quintana Roo, irreductible independentista como su esposa, pero más reposado que su verdaderamente «Leona» cónyuge.
Y dicho sea de paso Andrés Quintana Roo su esposo, fue uno de los intelectuales de talla mayor.
Don Andrés Quintana Roo, es incluso mencionado en cuestiones, tan mexicana como el orígen de la tan mexicana palabra «chingar».
Y es que hacia 1840 en una librería se discutía cultamente del origen de la palabra «chingar», «tan usada por los leperos, sobre todo cuando se enojan».
Pasó por ahí Don Andrés, y le preguntan de dónde cree que viene esa palabra.
-«¡De la pulquería!, contestó el señor Quintana Roo, y prosiguió imperturbable su camino»-, eso según cuentan los historiadores de la lengua, que aún debaten sobre el tema.