Los caciques de la energía sucia contra reforma de AMLO

Energía limpia es usada como argumento de empleados de empresas más contaminantes del mundo en torno al Consejo Ejecutivo de Empresas Globales

Energía sucia, falso argumento contra reforma energética
Energía sucia, falso argumento contra reforma energética

Por Pablo Rojas

Regeneración, 16 de octubre del 2021. Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara su reforma energética salieron las cúpulas empresariales nacionales y trasnacionales a blandir una serie de argumentaciones falseadas para censurar la reforma.

Los dos falsos argumentos

Dos han sido los argumentos más utilizados por los opositores en estos días: por un lado, aseguran que subirán los precios de la luz.

Por el otro, dicen que eso es promover el uso de energías sucias a contrapelo de las exigencias internacionales.

Uno de los actores que han emitido declaraciones estrambóticas de ese estilo, ha sido el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG).

Mismo que es un órgano que aglutina a las principales corporaciones trasnacionales que operan en México.

Una de sus declaraciones sentenciaba que “la propuesta va en sentido contrario a los esfuerzos internacionales en materia de energías limpias y renovables, lo que nos aleja de una transición energética ordenada”.

Es en extremo cínico el tono zanturrón con el que se expresan, porque lo que menos le interesa a ese consejo son las energías limpias.

Su presidente es ni más y ni menos que Alberto De la Fuente, que es presidente y director general de Shell en México.

Una de las vicepresidentas es Angélica Ruiz, presidenta de British Petroleum en México.

Y otro vicepresidente es Francisco Garza, director general de General Motors en México.

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Se trata de las empresas más contaminantes del mundo

Resulta particularmente paradójico que un consejo dirigido por tres de las empresas más contaminantes del planeta salgan en defensa de la energía limpia.

Tanto las trasnacionales petroleras Shell y British Petroleum, como la constructora de automóviles General Motors tienen larga trayectoria en la contaminación atmosférica.

Menos les importa las energías limpias que los jugosos negocios que les permiten apropiarse de los cuantiosos recursos naturales de los países latinoamericanos.

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Son, en resumen, grandes caciques de la energía sucia.

Por otro lado, tanto el CEEG, como otros voceros neoliberales, entre los que destaca la fichita Carlos Urzúa, han insistido en que la reforma aumentará los precios para adquirir energía eléctrica.

La afirmación no tiene sustento. Las empresas privadas se guían por un interés de lucro, buscan sacar el mayor excedente de ganancia posible a costa de lo que sea.

El Estado por su parte, no puede guiarse bajo el fin de lucro, sino bajo el interés de satisfacer necesidades de su población.

Es por esa razón que los precios de la energía eléctrica podrán ser regulados estatalmente guiados por el horizonte de salvaguarda del bienestar público general.

Otro argumento cínico

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Urzúa aseguraba sin dar un solo dato, que los precios se incrementarían porque para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) los costos de producción de energía eran mucho mayores que para las empresas privadas.

El argumento es cínico, porque claramente la paraestatal estuvo sometida a largos períodos de desmantelamiento.

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Y, por eso, la reforma en ciernes busca reestablecer la inversión pública para su recuperación.

El neoliberalismo fue un período de oligarquización de la riqueza y la producción, y la comercialización de la energía eléctrica no fue la excepción.

Todo lo contrario, fue una de sus múltiples cajas negras desde las cuales sacaban grandes tajadas de dinero.

El grito en el cielo

No es de extrañarse que sean los grandes privilegiados del neoliberalismo los primeros en poner el grito en el cielo frente a una reforma tan preponderante.

Si los caciques de la energía sucia se posicionarán contra la reforma de AMLO, al menos deberían limpiar de cinismo sus argumentos.

Un poquito de sinceridad le vendría bien al debate de cara a la sociedad.

*Pablo Rojas. Especialista en Estado, Gobierno y Democracia por el Instituto Complutense de Estudios Internacionales. Maestro en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.