Médico holandés inseminó a decenas de mujeres con semen propio

Jan Karbaat, un médico fallecido en abril a los 89 años, inseminó en secreto durante décadas a decenas de mujeres que acudieron a su clínica de fertilidad holandesa.

Regeneración, 28 de mayo de 2017.-En vez de utilizar el esperma de los donantes anónimos que las clientas habían seleccionado por catálogo, Karbaat usaba el suyo. Las pruebas de ADN efectuadas con ayuda de uno de sus ayudantes legítimos han demostrado que el médico es “casi seguro” el padre de 18 hijos concebidos en el centro. Otros 25 tienen dudas, y el próximo 2 de junio los tribunales les dirán si pueden hacer otro tanto con muestras genéticas del muerto, lo que despejaría todas las dudas.

La reputación del doctor Karbaat estaba entredicho desde hace unos años. Su clínica, Bijdorp, situada en un suburbio de la ciudad portuaria de Róterdam, cerró en 2009 porque las autoridades sanitarias holandesas constataron que mezclaba semen de varios hombres para aumentar las posibilidades de embarazo, una práctica prohibida. Su aportación personal se ha sabido ahora.

Según admitió el propio Karbaat cuando ejercía, a lo largo de 40 años, unas 6.000 mujeres engendraron cerca de 10.000 hijos tras acudir a sus instalaciones. Desde 2004, y a partir de los 16 años,los hijos pueden pedir la identidad del donante en Holanda. Los 25 ciudadanos que han recurrido a la justicia para averiguar si el médico es su progenitor, podrán obtener para ello un cepillo de dientes, o bien un cabello del finado.

La prensa holandesa habla de más de 100 mujeres inseminadas solo por este hombre, aunque la cifra podría ser mayor porque, según el Hospital Sur, solo entre 1973 y 1978, en esa clínica fueron inseminadas 659 mujeres con esperma de un donante del cual nacieron 338 niños.

Se sospecha que parte de esas inseminaciones fueron con el esperma del propio director de la clínica.

Karbaat, que estudió Medicina en la Universidad de Leiden y se especializó en Medicina Tropical en Amsterdam, se convirtió en los años cincuenta en el director del Hospital Militar de Surinam.

Después de diez años, volvió a los Países Bajos para estudiar Sociología y Economía, antes de convertirse en el director del Hospital Sur de Rotterdam durante 15 años.

En 1973, adquirió la clínica de donación Bijdorp, donde donó su propio esperma, y contrató a 15 médicos independientes para gestionar los casos de los 165 donantes que recibía cada año este centro.

Su clínica era una de las más grandes del país y no solo suministraba esperma a sus propias clientas, sino que lo repartía por los diferentes centros de inseminación que tenía el país.

Según la investigación, hasta 1986 no empezó a congelar el esperma de los donantes y anteriormente suministraba “esperma fresco”, según aseguraron las mujeres que fueron inseminadas por él.

Entre otras irregularidades, también llegó a mezclar el esperma de diferentes donantes porque “eso aumentaba la posibilidad de fertilización, ya que el esperma se movía más rápido cuando tenía más competencia”, agregó el médico.

La clínica cerró en 2009 por orden de la Inspección del Ministerio holandés de Sanidad debido a los sucesivos escándalos que relacionaban a su director con graves fallos legales y éticos.

Con información de: Excelsior