Michoacán, desastre en educación: penúltimo lugar en el ranking nacional de Mexicanos Primero

En 2016 Michoacán se encontraba en el lugar 30 del ranking nacional; lo que se traduce en un descenso significativo, que es producto de diversos factores.

Por: Javier Lozano*

Regeneración, 30 de mayo del 2019. Quizá existan más interrogantes que respuestas; lo cierto es que nuestro Estado de Michoacán, vive una profunda crisis educativa que ha sido producto de la ambigüedad institucional que es fruto del ineficiente trabajo de las personas que están al frente de la SEE.
Las atribuciones que en teoría deberían de gestionar, siempre son justificadas por decisiones políticas que tienen que ver con partidas presupuestales; pero propiamente, sabemos de antemano, que los malos manejos y la fragilidad de los mecanismos y recursos que utilizan: para propiciar condiciones educativas de equidad, y sobre todo la cobertura a través de las distintas modalidades a lo largo y ancho de nuestro territorio estatal, siempre y sencillamente ha sido excluyentes.
Ante las adversidades educativas e institucionales, podemos hablar con certeza y de manera sustentada que nuestro Estado a traviesa por un profundo fracaso de sus instituciones encargadas de la política educativa; este coyuntura, es cuestión de las frecuentes limitaciones que brinda el estado, lo que ha imposibilitado el avance de un programa que centre distintas direcciones en sus principales carencias y necesidades.
Según el ICRE (índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa 2018), que es una herramienta e instrumento que permite evaluar algunos indicadores, donde podamos recolectar las evidencias del progreso y cumplimiento de cada uno de los estados, para poder rediseñar programas que identifiquen espacios de oportunidad de mejora continua: nuestro estado está situado en el lugar número 31, es decir, en el penúltimo lugar de indicadores como: aprendizaje, liderazgo escolar, escuelas con infraestructura completa y espacios recreativos y en fortalecimiento a la profesionalización de los docentes que es responsabilidad del estado.
A comparación del 2016 Michoacán se encontraba en el lugar 30 del ranking nacional; lo que se traduce en un descenso significativo, que es producto de diversos factores que vamos abordar en este texto.

FACTORES DEL DESCENSO

Es curioso escuchar la narrativa del giro y el cambio que se le ha dado al Estado, cuando en los hechos, la declaratoria nos sustenta una realidad que se ha ido acumulando a lo largo de los años, por la desatención adhesiva a la simulación.
Resulta paradójico que a pesar del exagerado y absorbente discurso de que en: Michoacán se “está trabajando arduamente”, la inseguridad y el desprecio que se le ha dado a nuestro estado, es desafortunado; el laberinto que se ha constituido en este rubro, tan solo representa los datos duros que nos muestran algunos organismos de evaluación. Sin embargo, en la realidad que enfrentamos día a día, somos testigos de la demagogia que ofrece la SEE que está a cargo del Mtro.
Alberto Frutis. Esta secretaria no ha ofrecido alguna alternativa a través de un programa solido que permita avanzar sistemáticamente en la deficiencias que darían un eficaz proceso de enseñanza; por el contrario, se ha montado un programa que llama: a los buenos hábitos a través de la limpieza; a ofrecer cuidar el medio ambiente en la erradicación de uso de plásticos; y a una reforestación que cuide al medio ambiente.
Todo eso, son excelentes medidas que captan la atención de la ciudadanía para crear conciencia; sin embargo, lo más lamentable, puede significar el olvido enérgico que ha tenido nuestro Estado de Michoacán en materia educativa.
Ha estado prácticamente al margen de la innovación, que permita democratizar la educación para construir y direccionar: aquellas brechas y obstáculos que el territorio ha padecido durante décadas.
Los desafíos y retos que necesitamos como sociedad y como michoacanos son trabajar para que nuestro Estado cuente con condiciones socioculturales acordes a las necesidades; para que la niñez y la juventud este inmersa en la participación y la actividad educativa; y por supuesto para integrar componentes que incluyan a la comunidad educativa de cualquier rincón de nuestra geografía sin distinción.
Es una contradicción “que se ha estado trabajando”; “que se ha venido fortaleciendo las áreas de oportunidad”; es hipotético, he incoherente ante los resultados tan vergonzosos que tenemos en aprovechamiento educativo.
Por ello, nos basta con el discurso; no alcanza con el hasta ahora trabajo que teóricamente han realizado; no se ha contribuido en ningún cambio sustancial, a pesar de que la extinta reforma educativa estuvo vigente durante 6 años, la existencia de una inoperatividad de un programa educativo, ha sido amorfa. ¿Qué queda como ciudadanos y actores de la vida educativa?: vivir con el ánimo de cambio; construir desde nuestras trincheras mejores e innovadores escenarios a través del liderazgo educativo; de la gestión que se pueda hacer ante instituciones federales; porque la organización de la SEE, no ha permitido un itinerario integral que resuelva los diversos factores y componentes del estancamiento y rezago educativo del cual Michoacán está prácticamente en la antesala de posicionarse en el último lugar.
El esfuerzo de muchos docentes y maestros sobre todo de comunidades y localidades que han sido marginadas por la institución educativa: han sacado avante su trabajo, porque el compromiso del maestro es servir y enseñar a través de los modelos pedagógicos. La ineficiencia de la SEE, ha cerrado prácticamente las puertas a la transformación de la educación de nuestro estado; ¿es preocupante?: si; ¿hay un abandono?: también.
La institucionalidad de la SEE no ha jugado un papel protagónico; ha sido más ruidoso el proyecto alterno que han edificado; ¿Y la educación?, ¿Y los programas sociales?, ¿Y la relación con los sindicatos?, ¿Dónde está la incursión integral?, ¿Dónde está la ayuda a las comunidades más marginadas?; es un abanico extenso de esperanzas que se han ido diluyendo, porque las prioridades a veces son otras. Se cae en ese profundo vacío que se llama demagogia de un diálogo que ya nadie prácticamente cree.
Caminamos sin focos; sin dirección; sin una ruta que genere condiciones.
El epicentro central del fracaso escolar de nuestro Estado, ha trastocado la desigualdad que trasciende en distintos niveles y modalidades educativas; el alto grado de insuficiencia que muestra el organismo de evaluación ICRE, ejemplifica el vertiente fracaso que ha tenido la SEE: el cual han acrecentado el abandono, el analfabetismo, el bajo rendimiento académico, pero también la deserción escolar. Esta definición es fruto del poco interés por mejorar la calidad educativa y nulo programa de un proyecto integrador.

Nos vemos la siguiente semana.
Saludos desde la capital del estado de Michoacán.

*Profesor de Nivel Superior desde hace 9 años. Originario de Morelia, Michoacán. Colaborador del seminario Presencia de Michoacan y los portales electrónicos Changonga.com y Metapolítica.