Nunca se atrevió a compararse (poema)

Regeneración, 29 de noviembre de 2015

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Por:Jorge Ramón Pino Bocanegra

Por detrás de ese árbol seco, sin hojas

Y por detrás de las nubes que cobijan el cielo

Incluso detrás de los farolitos que adornan la noche,

Tu presencia palpita y me alumbra,

Como protagonista de teatro

Sólo a mi me alumbra,

Aunque ya te hayas ido,

Sigues cegándome y perdiéndome con tu luz

 

Por debajo de mis pies que se hunden en el cemento del recuerdo,

Por debajo de mi cuerpo adolorido que me aferra a estancarme,

Incluso debajo de ésta tierra infértil,

Tu voz me persigue y me obliga a seguir caminando,

Como cuando uno se enamora

De alguna melodía,

Aunque ya no estés

Tus ecos retumban en mis tímpanos,

 

por detrás de tu mirada que incomoda mi alma

y por debajo de tus dedos que acarician mi pelo,

tal vez exista algo más.

 

Entre esa puerta rosa y tu locura

Entre las montañas que protegen la ciudad y mi insensatez

Se asoma la última esperanza

Tal vez la que se resiste a morir del todo.

 

Es que es ilógico que entre mis huecos.

Y tu vacío, provocado por entregarle

todo a la vida cotidiana,

Pueda existir algo.

 

Pero pintas mi sonrisa con ternura

Y borraste el carboncillo que inundaba mi alma

Y le pusiste nuevamente textura a mis palabras,

Y  es que dibuje tantos bocetos de mí.

De mí y mi futuro,

Que las letras se escriben solas

Como pastel difuminado,

La acuarela de tu esencia sigue pintando mis días

Con el tono más sutil de los colores.

 

Me reinventas y me reinvento

Todas las mañanas

O cuando acompañamos nuestros oleos

Y que broten nuevos tintes e ideas

Y que bailen sin mover un músculo

Nuestras miradas

 

Somos dos mundos que colisionan de  vez en cuando

Más no se lastiman,

Dos ópticas diferentes

Con las mismas pupilas,

Dos brazos que no embonan

Pero ahí siguen, juntitos

Somos dos desconocidos

Fingiendo conocerse

Dos amantes que no cierran todo con un beso.

 

Por detrás de tu belleza directa y encriptada

Y por debajo de mi fealdad encantadora y miserable

Incluso por debajo y por detrás de este cliché de estupideces

Entre tanta metáfora sucia y rimas que no embonan

Se desatan consonantes con las que el amor

Nunca se atrevió a compararse.

 

 

 

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