Personas pueden volverse adictas a celulares y requerir terapia: especialista

Más de la mitad de los jóvenes entre 18 y 25 años padecen una dependencia a sus dispositivos móviles.

Regeneración, 11 de noviembre de 2017.- El psiquiatra Gustavo Martos Alvidrez, especialista de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud (Ssa), estudia la nomofobia, es decir, el miedo de las personas a estar alejadas de sus teléfonos celulares.

En México, es común ver en muchos cafés o restaurantes la frase “No tenemos wifi. Hablen entre ustedes”, la cual, en lugar de resultar humorística para muchos, genera estrés en muchas personas.

El término nomofobia viene de la frase en inglés no mobile phone, y ésta puede generar en los pacientes algunos síntomas parecidos a los que sufre un consumidor de sustancias adictivas, como el craving o deseo intenso de tener una nueva dosis.

Un estudio realizado por un centro de trastornos de ansiedad en Buenos Aires, reveló que existe un uso excesivo de dispositivos electrónicos en la población de entre 18 y 25 años de edad, y que entre el 60 y 80 por ciento de estos usuarios presentan una dependencia a los teléfonos celulares.

El especialista explicó que la ansiedad de una persona nomofóbica es una respuesta de anticipación involuntaria presentada por el organismo ante diversos estímulos que pueden ser internos o externos y los cuales se acompañan de tensión corporal.

Martos dijo que en el caso de las nuevas tecnologías, niños y adolescentes son la población más vulnerable que puede caer en una dependencia, por ello es esencial que los padres supervisen a los hijos para prevenir una futura adicción.

El psiquiatra exhortó a los padres de familia para que eviten que los menores de dos años estén en contacto con los dispositivos móviles e indicó que los menores de 2 a 12 años deben tener un tiempo restringido de 15 a 45 minutos.

Mientras que, los niños de 12 años pueden tener contacto con los dispositivos hasta por 90 minutos máximo peri siempre con la vigilancia de los adultos.

Además, dijo que los pacientes con nomofobia pueden ser tratados con fármaco en forma de ansiolíticos o antidepresivos si es necesario, o también, con terapias conductivo-conductuales o psicoanalíticas.

 

 

Con información de La Jornada