Tras escándalo por la secta NXIVM, Emiliano Salinas retoma su vida pública

Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas, reapareció en la vida pública después de meses de estar aislado a consecuencia del escándalo que lo unió a la secta NXIVM, cuyo líder, Keith Renier, fue enjuiciado por trata de personas y explotación sexual

Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas, reapareció en la vida pública tras el aislamiento tras el escándalo que lo unió a la secta NXIVM

RegeneraciónMx.- Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas y esposo de la actriz Ludwika Paleta, reapareció en la vida pública después de meses de estar aislado a consecuencia del escándalo que lo unió a la secta NXIVM, cuyo líder, Keith Renier, fue enjuiciado por trata de personas y explotación sexual. 

El fin de semana pasado, la directora de orquesta Alondra de la Parra reunió a un grupo de sus amigos más cercanos en el Festival PAAX en la Riviera Maya. Entre los que estaban Celina del Villar y su esposo Benny IbarraGloria Calzada, la periodista Paola RojasLudwika Paleta y, por supuesto, Emiliano Salinas.

Tras ser involucrado en años recientes en el escándalo de la secta de esclavismo sexual, NXIVM, Emiliano decidió alejarse por completo de las redes y de los reflectores y es hasta ahora que retoma poco a poco su agenda.

Cuando el escándalo sobre la secta NXIVM estalló y comenzaron las investigaciones por parte de autoridades estadounidenses, en las audiencias surgieron los nombres de varios mexicanos que fueron identificados como parte de la comunidad, uno de ellos fue Emiliano Salinas. 

Del hijo de Carlos Salinas y Cecilia Occelli se dijo que lideraba en México el grupo ESP (Executive Success Programs), brazo de NXIVM establecido entre 2002 y 2003 que ofrecía talleres sobre liderazgo, desarrollo humano y crecimiento personal. Por lo que, a finales de mayo de 2019, Emiliano emitió un comunicado en el que se deslindó de los delitos cometidos por la asociación dirigida por Keith Raniere, quien fue sentenciado a 120 años de prisión por delitos como asociación delictuosa y tráfico sexual.