VIETNAM: 50 ANIVERSARIO DEL TRIUNFO HISTORICO

Por Pedro Gellert

El 30 de abril marca el 50 aniversario del triunfo del Frente de Liberación Nacional del Sur de Vietnam, la derrota del ejército norteamericano y la unificación del país surasiático.

Día feriado en Vietnam, el 30 de abril marca la reunificación del país y el fin de la guerra. Es un poderoso símbolo de la paz, la unidad y el orgullo nacional.

Para los millones de personas que participamos en el movimiento contra la guerra, no fue un triunfo cualquiera. ¡Fue la madre de todas las victorias!

Y la lucha y resistencia del pueblo vietnamita, combatiendo contra el ejército imperialista más poderoso del mundo, con 550 mil soldados desplegados en Vietnam, inspiraban y forjaban toda una generación de luchadores sociales y revolucionarios en los cinco continentes.

Desde todos los rincones del mundo, la solidaridad internacionalista con Vietnam tenía su importancia, pero, evidentemente, en esta partitura, al movimiento contra la guerra de Estados Unidos le correspondía un papel especial. Fue necesario que las pérdidas militares fueran demasiado elevadas, que el coste económico del conflicto se hiciera demasiado grande, que la legitimidad del imperialismo estadounidense en el mundo se viera demasiado afectada y que estallara la crisis política en 1972 con el escándalo del Watergate, que obligó a Richard Nixon a dimitir, para que el imperio tirara la toalla.

Efectivamente, en las entrañas del imperio, surgió un poderoso movimiento en las calles, cuya vanguardia, compuesto de cientos de miles de jóvenes, incluyendo soldados y jóvenes veteranos, rápidamente entendía que el enemigo estaba en casa y que los combatientes vietnamitas eran sus hermanos de lucha.

El triunfo en Vietnam arroja importantes lecciones.

En primer lugar, que sí a pesar de su poder militar y recursos ilimitados, es posible derrotar al imperialismo. Y segundo, que es posible construir un movimiento de solidaridad internacionalista de masas que puede incidir en el desenlace de la situación.

Debemos reconocer que los mismos vietnamitas entendían y valoraban la importancia fundamental de esa solidaridad internacional como factor esencial en su triunfo.

Por supuesto, el papel del Partido Comunista de Vietnam y su dirigente histórico Ho Chi Minh fue clave en todo este proceso.

Sin embargo, el costo del triunfo fue caro. El país estuvo devastado tras casi 30 años de guerra. De una población de alrededor de 38 millones de personas, dos millones de civiles y 1.1 millones de combatientes del Frente de Liberación Nacional y el ejército de la República Democrática de Vietnam (y hasta 250,000 soldados del régimen títere) murieron.

Terminando la guerra, comenzó el largo proceso de reconstrucción.

A partir de 1986, en Vietnam dió inicio un proceso de renovación económica que se llamó Doi Moi.

Por un lado, reflejaba una lección que las fuerzas de izquierda han asimilado en casi todos los países con procesos revolucionarios triunfantes, o sea, que no hay recetas válidas por todos los lugares en todos los tiempos. Hay experiencias, no modelos. Cada país tiene que escoger su propio camino al socialismo en base a su situación concreta e histórica y cultura política. Y más concretamente, en el socialismo tiene que haber lugar para la iniciativa privada, sin renunciar el papel rector del estado y el proyecto de una sociedad de bienestar social en beneficio de las grandes mayorías.  

Los resultados de Doi Moi colocan esa política, ese experimento vietnamita, entre las grandes experiencias de las fuerzas revolucionarias del mundo. Y en este caso, el balance no está en duda: ha sido todo un exitazo.

Por ejemplo, en 2024, el producto interno bruto de Vietnam registró un impresionante crecimiento de 7.0% anual, entre las más grandes del mundo entero, y con una inflación por debajo del 4%.

Para el año 2029, el país estará entre las 20 economías más grandes del mundo.

La pobreza, que al inicio de Doi Moi se calculaba en un 60% de la población, ha caída a 1.93% el año pasado.

La cobertura de seguro de salud, que alcanzaba el 90.2% de la población en 2024, ahora llega a 94.1%.

La calidad de vida de la población ha mejorado significativamente en todos los campos.

En 2025, Mexico y Vietnam también celebran el 50º aniversario de relaciones diplomáticas. Ambos países están enfrentando nuevas oportunidades y desafíos provenientes del contexto global y regional y dentro de cada país.

Para México, la Cuarta Transformación ha traído grandes logros en muchas áreas y está embarcando en la implementación de metas importantes en la segunda fase (“el segundo piso”) de esta Transformación, que incluye el Plan México. Mientras tanto, Vietnam ha ido logrando importantes avances en el proceso de Renovación en el desarrollo económico y social y en la integración internacional.

Se puede decir que la decisión de llevar a cabo la Renovación de Vietnam en 1986 fue una decisión histórica, un punto de viraje para crear el Vietnam actual pacífico y estable. Al igual que México, Vietnam está implementando fuertes reformas en políticas de gobernanza, estructuras administrativas, economía, finanzas, recursos humanos, etc. con los esfuerzos de todo el sistema político y todo el pueblo para llevar al país a un nuevo período de desarrollo, una era de ascenso nacional, con el objetivo de convertir a Vietnam en un país con una industria desarrollada y un ingreso promedio alto en 2030.