#Opinión: El mito de los ‘ninis’

Por Miguel Martín Felipe


RegeneraciónMx.- La semana pasada escuchaba a una estudiante de enfermería a nivel licenciatura perteneciente a la clase social media baja. Se quejaba de cómo se le estaba complicando obtener una beca y que se le hacía injusto que a los ‘ninis’ si les diera una, pero a ella no. Obviamente tuve que salir al paso de esa mentira, que a día de hoy se sigue difundiendo. Indagando sobre el origen de esa información, me encontré con que la estudiante en cuestión suele ver Ventaneando en Azteca, un longevo programa de la decadente farándula mexicana, en el cual sus conductores evidencian cada vez más su ignorancia, clasismo, racismo y cuan desconectados están de la realidad social que vive no solo el país en general, sino en especial su target; el segmento de población para el cual están pensados sus contenidos.

Son precisamente ignorancia y ausencia de conciencia social lo que mantiene vivo a este mito que en los hechos jamás ha habido manera de comprobar.

El término ‘nini’ fue una adaptación del original ‘neet’, acuñado en Reino Unido en 1999 por parte del propio gobierno para referirse a un espectro poblacional al que se debía apoyar, todo ello en un informe oficial sobre áreas de oportunidad. Se trata de un acrónimo de not in education, employment or training, en español: ni en educación, empleo o capacitación. En España se adaptó haciendo referencia a aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan.

Desde el gobierno de Vicente Fox se estigmatizó a este grupo en México, al tiempo que los medios construían en el imaginario popular un arquetipo relacionado con la pobreza, la falta de iniciativa para salir de ella, y probablemente una capacidad intelectual inferior al promedio. Es así que ese estereotipo de joven marginal a quien se culpaba totalmente de su condición para convenientemente eximir al Estado y a su modelo de gobierno, adquirió el estigma de la delincuencia organizada durante el mandato de Felipe Calderón, quien se inventó una guerra para legitimarse (como muchos otros regímenes espurios), donde la carne de cañón fue precisamente este grupo etario.

Desde que Andrés Manuel López Obrador gobernó el entonces Distrito Federal, implementó la pensión para adultos mayores y ya en esa época fue criticado por Fox, quien presidía el país en paralelo, bajo el argumento de que se trataba de un desfalco innecesario al erario. Cuando AMLO ascendió por fin a la presidencia, no solo aumentó la cobertura de este programa social, sino que lo elevó a rango constitucional, incrementó el monto de la pensión (actualmente asciende a $4800 mensuales en 2023) y lo extendió a otros grupos vulnerables, como el de las personas con discapacidad, lo cual supuso el fin de la puesta en escena llamada Teletón, en la que Televisa y la corte empresarial hacían usufructo de esta laguna asistencial.

Otro importante hito del gobierno de AMLO fue el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que consiste en permitir a jóvenes de entre 18 y 29 años colocarse como aprendices en empresas de diversos ramos recibiendo por parte del gobierno una beca de competitivos $6300 mensuales con opción a contratarse como personal de planta después de dicho periodo de prueba. Destaca también el programa de la Beca Benito Juárez, dirigido a jóvenes de entre 14 y 21 años, es decir; de nivel medio a superior, que estudien en el sistema público y con prioridad para población de bajos recursos, para recibir $1600 bimestrales.

Entre todo el ruido mediático que suele devenir en una guerra sucia hecha y derecha, figuras de la alicaída industria cultural televisiva, así como usuarios de redes sociales, no solo desinformados, sino francamente mezquinos, vienen desde el ya lejano 2018 esparciendo la mentira de que «AMLO otorga dádivas a ‘ninis’ para asegurarse votos y grupos de choque». Cuando escucho a alguien que afirme tal infundio, debo ponerme firme y solicitar un solo nombre de alguien que reciba dinero sin estudiar ni trabajar entre los 14 y los 29 años. Simplemente no existe, y si existiera, los medios corporativos y los politiquillos de derecha, cuyo nombre es Legión, ya estarían mostrando con nombre y apellido a los “ninis maiceados” que en la mente de algunos odiadores ciegos solo son rostros borrosos que se funden dentro de turbas ignorantes muy al estilo de las pinturas negras de Goya.

Y de entre todos esos nefastos personajes no falta quien se distinga por su cinismo, como Vicente Fox, quien, en una entrevista que estaba pensada para ser parte de la campaña de Xóchitl Gálvez, terminó perjudicándola con sus dislates que iban desde solicitar que se le devuelva la pensión de cinco millones de pesos mensuales, hasta llamar ‘huevones’ a los adultos mayores e instarlos a trabajar. Otros personajes como Paty Chapoy, Fernanda Familiar, Daniel Bisogno, Eduardo España o Carlos Alazraki, viejas glorias que añoran el glamour de los buenos tiempos en que la Televisión gobernaba nuestras mentes; son de los principales difusores de estas mentiras cargadas de odio, racismo y clasismo.

Todos estos personajes, que potencialmente podrían juntar entre todos una neurona, no son ideólogos ni nada que se le parezca, pero siguen teniendo foro para ser escuchados por un espectro de población muy reducido que muchas veces no tiene acceso a redes sociales o pasa de la verdadera información y solo adquiere nociones aisladas sobre la realidad del país a través de un muy banal entretenimiento en medios corporativos. Estos personajes han aprovechado un hueco que ha sido un poco difícil de llenar: la ausencia de una publicidad oficial invasiva en dichos medios por elección de AMLO en aras de la austeridad.

Afortunadamente algunos tomamos de manera activa en nuestras manos la tarea de combatir esta desinformación nociva, lo cual también constituye una legítima defensa del pueblo. Para eso estamos y no cejaremos en el empeño. Aunque no lo parezca, vamos ganando la batalla.

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