La Alianza Mexicana contra el Fracking entrega carta a Comisión de Hidrocarburos. Llaman a impedir licitación de petróleo y gas vía fracking
Regeneración, 1 de marzo del 2018. La Alianza Mexicana Contra el Fracking entregó un documento a la Comisión Nacional de Hidrocarburos para señalar su rechazo a la licitación de pozos para la explotación y extracción no convencional de hidrocarburos en nuestro territorio.
Señalaron la responsabilidad histórica que tendrán los miembros de la Comisión Nacional de Hidrocarburos ante las y los mexicanos y el clima global.
Los integrantes de la alianza exigieron a la Comisión Nacional de Hidrocarburos no continúen con sus planes de entrega del territorio mexicano, para la explotación de gas y petróleo no convencionales por medio del fracking.
Así mismo pidieron que se transite a un modelo energético sostenibles, respetuoso con el medio ambiente y que garantice los derechos humanos.
En la carta se señala que el rechazo se fundamenta en los fuertes impactos de esta práctica en el agua, el clima y en las comunidades.
Carta entregada en la Comisión Nacional de Hidrocarburos
- La evidencia muestra que, por sus impactos negativos, el fracking debe ser prohibido
- Repartiendo el territorio antes de irse, el gobierno profundiza un modelo energético que atenta contra el clima, el ambiente y la población
- El gobierno dice que evitará impactos con regulación que permite a las empresas de fracking auto-regularse
Frente al anuncio de la apertura por parte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) de las licitaciones para la exploración y extracción de hidrocarburos no convencionales este 1 de marzo, la Alianza Mexicana contra el Fracking llama a la ciudadanía en general a exigir el alto de la entrega de territorios para este propósito. El fracking como técnica, independientemente dónde, cuándo y cómo se haga, representa una violación grave a los derechos humanos, amenaza el agua y pone en peligro el clima del planeta.[1]
Según ha anunciado el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, las próximas áreas del territorio que serán entregadas para la explotación de gas y petróleo no convencional mediante fracking se encuentran en la Cuenca de Burgos, en el estado de Tamaulipas. Mismas que se sumarían a las ya afectadas por esta actividad en Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Puebla y el mismo estado de Tamaulipas. Asimismo, los planes del gobierno incluyen extender esta actividad a San Luis Potosí, Hidalgo y Oaxaca.
Este anuncio se inserta en la estrategia del gobierno que, en un contexto de final de sexenio y en palabras del Secretario de Energía, busca intensificar este año la entrega de territorios para la exploración y extracción de hidrocarburos, tanto convencionales como no convencionales en aguas del Golfo de México y en tierra. Uno de los argumentos para ello es la supuesta necesidad de producir más gas natural para generar energía y reducir la dependencia de su importación de Estados Unidos. Sin embargo, de manera poco coherente con este argumento, el gobierno también está promoviendo la construcción de 17 gasoductos para importar más gas del país vecino.
La Alianza Mexicana contra el Fracking se basa en la evidencia científica para señalar que el cambio a energías renovables es urgente e indispensable para frenar el calentamiento global. La explotación de gas natural por fracking retrasa esta transición y profundiza una ruta fósil imposible de sostener ante la urgencia de actuar frente al cambio climático. El metano, principal componente del gas natural, tiene un potencial de calentamiento 86 veces mayor al bióxido de carbono y su fuga a la atmósfera en el proceso de fracking ha sido bien documentada, mostrando que su contribución al calentamiento del planeta llegará a ser mayor que la del carbón.[2]
Ante los impactos negativos del fracking, el gobierno ha señalado en varias ocasiones que la regulación de esta actividad, creada en 2017, serviría para evitarlos. Los Lineamientos en materia de seguridad industrial, seguridad operativa y protección al medio ambiente para realizar las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales en tierra, de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA)[3], y losLineamientos para la protección y conservación de las aguas nacionales en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)[4], no representan una solución para atender los peligros del fracking. El análisis de los mismos realizado por la Alianza evidencia que se trata de disposiciones débiles, deficientes e inoperables. Todo queda en manos de los regulados, el monitoreo de operaciones, el informe de los eventuales daños, la evaluación y vigilancia de los impactos ambientales. Mientras que el control de la Agencia y la Comisión se limita a pedir a las empresas la información que sustente que están cumpliendo con los lineamientos.
Definitivamente, estos lineamientos no representan una solución para atender los peligros del fracking. La única vía responsable para evitar estos impactos es prohibir su uso aplicando el principio precautorio, tal como ya han hecho Francia, Irlanda, Bulgaria, Alemania y Escocia, así como los estados de Nueva York y Maryland y la provincia de Entre Ríos en Argentina.[5]
En este contexto, la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) tienen una responsabilidad histórica con las y los mexicanos y con el clima global. Desde la Alianza Mexicana contra el Fracking exigimos a estas instancias que no continúen con sus planes de entrega de territorio mexicano para la explotación de gas y petróleo no convencionales por fracking y que lleven a cabo las acciones necesarias para transitar hacia un modelo energético sostenible, respetuoso con el ambiente y que garantice los derechos humanos.
Invitamos a la ciudadanía a informarse, difundir en sus comunidades y firmar esta
Contacto: Claudia Campero, Food & Water Watch, 5530156366 [email protected]
[1] Concerned Health Professionals of New York and Physicians for Social Responsability (2015), Compendio de hallazgos científicos, médicos y de medios de comunicación que demuestran los riesgos y daños del Fracking (extracción no convencional de gas y petróleo), Nueva York: Autor, disponible en https://cl.boell.org/sites/default/files/compendium_final_25_de_mayo.pdf
[2] Howarth, Robert (2015), Methane emissions and climate warming risk from hydraulic fracturing and shale gas development: implications for policy, Dovepress, 45-54, http://www.eeb.cornell.edu/howarth/publications/f_EECT-61539-perspectives-on-air-emissions-of-methane-and-climatic-warmin_100815_27470.pdf
[3] http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5476643&fecha=16/03/2017
[4] http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5495543&fecha=30/08/2017
[5] Keep Tap Water Safe (2017), List of Bans Worldwide, disponible en https://keeptapwatersafe.org/global-bans-on-fracking/