Un equipo internacional de científicos ha revivido un virus gigante enterrado bajo el hielo siberiano hace más 30.000 años, lo cual todavía puede ser infeccioso. Los expertos explican que no afecta a los humanos, sino a las amebas, pero sugieren que, a medida que el hielo se derrita, podría desencadenarse el regreso de otros virus antiguos, con riesgos potenciales para la salud humana.
El virus bautizado como Pithovirus sibericum, es el más grande jamás encontrado. Tiene 1,5 micrómetros de largo, los que es comparable en tamaño a una pequeña bacteria. Los autores de este hallazgo, Jean-Michel Claverie y Chantal Abergel, ya habían ayudado a descubrir otros de los llamados virus gigantes.
Cuando Claverie y Abergel se enteraron de que científicos rusos habían resucitado una antigua planta de frutas enterradas en permafrost siberiano durante 30.000 años pensaron que también sería posible revivir un virus. Usando muestras de permafrost proporcionadas por el equipo ruso, ‘pescaron’ el virus utilizando amebas como cebo. Éstas empezaron a morir y el equipo encontró partículas del virus en su interior.
Según han destacado, bajo un microscopio Pithovirus sibericum aparece como un óvalo de pared gruesa con una abertura en un extremo, al igual que los Pandoraviruses. Pero, a pesar de sus formas similares, «son totalmente diferentes».
El nuevo virus tiene un ‘corcho’ con una estructura de nido de abeja tapando su apertura. Se copia a sí mismo mediante la construcción de replicas de ‘fábricas’ en el citoplasma de su huésped y se hace cargo del núcleo, como hacen la mayoría de los virus. Sólo una tercera parte de sus proteínas no guarda ninguna similitud con otros virus y, para sorpresa del equipo, su genoma es mucho más pequeño que los de los Pandoraviruses, a pesar de su mayor tamaño.
Información RT