¿Servicio eléctrico para los privados? Así respondía Saramago al tema de la privatización

Saramago escribió en agosto de 2005, su postura sobre la privatización, puso de ejemplo la Ley de Turismo que abría la posibilidad de entregar la explotación de zonas arqueológicas en Perú
José Saramago y su opinión sobre la privatización

Regeneración, 6 de noviembre de 2021. La iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador propone que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) generará al menos el 54 por ciento de la energía eléctrica que requiera el país, además de que el servicio de abastecimiento será prestado exclusivamente por la comisión, que podrá adquirirla con el sector privado.

En los artículos transitorios, se cancelan los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado.

El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) se reincorpora a la CFE, mientras que se suprimen los órganos reguladores como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, cuya estructura y atribuciones se incorporan a la Secretaría de Energía.

Reforma eléctrica le conviene al país: AMLO

En conferencia de prensa, del pasado 21 de octubre, López Obrador reiteró que la reforma eléctrica le conviene a todo el país y representa una oportunidad para que la Comisión Federal de Electricidad se fortalezca; pues el objetivo del neoliberalismo y de los corruptos fue destruir empresas públicas y privatizarlas, “convertir lo público en privado”.

Saramago y la privatización

El escrito portugués, José de Sousa Saramago, escribió en agosto de 2005 su postura sobre la privatización.

“De regreso de un viaje a Bolivia y Argentina, mis cuñados María y Javier traen el periódica Clarín (diario Argentino) del 30 de agosto. En él, viene la noticia de que va a ser presentada al parlamento peruano una Ley de Turismo que contempla la posibilidad de entregar la explotación de zonas arqueológicas importantes como Machu Picchu y la Ciudadela preincaica de Chan Chan a empresas privadas mediante concurso internacional. Clarín llama a esto ‘la loca carrera privatista de Fujimori’. El autor de la propuesta de ley es un tal Ricardo Marcenaro, presidente de la Comisión de Turismo, Telecomunicaciones e Infraestructura del Congreso peruano que alega lo siguiente: ‘En vista de que el Estado no ha administrado bien nuestras zonas arqueológicas ¿qué pasaría si las otorgáramos a empresas especializadas en esta materia que vienen operando en otros países con gran efectividad?'».

Y agrega:

«A mí me parece bien. Que se privatice Machu Picchu, que se privatice Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el Partenón, que se privatice Nuno Gonçalves, que se privatice el Descendimiento de la cruz de Antonio de Crestalcore, que se privatice el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, que se privatice la cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo… Y, metidos en esto, que se privatice también la puta que los parió a todos».