El mundo ha sufrido ya demasiado señaló Mujica
“Los poderosos del mundo deben actuar”
22 de septiembre de 2014.-José Mujica insistió en que es hora de de que «los poderosos del mundo pueden y deben actuar ya para detener el aumento de la tensión internacional», para garantizar la paz entre las naciones.
“Pueden hacer posible que el mundo se concentre en las tareas urgentes y esenciales que tiene por delante: proteger el ambiente y evitar que sigamos destruyéndolo en esta loca carrera al consumo; asegurar comida, salud y educación dignas para todos los habitantes del planeta; garantizar la autodeterminación de cada pueblo, y defender la libertad, la democracia y los derechos humanos dentro de cada país; construir un mundo de paz para nuestros contemporáneos y para las generaciones que les seguirán”, añadió.
El mensaje del mandatario uruguayo está contenido en un artículo escrito para la revista “International Policy Journal”, de próxima aparición, y toma estado público a pocas horas del comienzo de las reuniones de alto nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en el año en el que se celebra el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial.
Mujica recuerda que quienes convivieron con la llamada Guerra Fría, se habituaron a vivir en ese clima de tensión, “y sabemos cuánto sufrió el mundo, y cuánto pagaron nuestros pueblos por esos enfrentamientos”.
Pero si antes quienes se enfrentaban eran dos grandes potencias, advierte, “ahora tenemos, en el frente de batalla o detrás de bambalinas, a un grupo grande de nuevos aspirantes a ocupar los primeros lugares del poder global, todos con enorme poder político y económico y aspiraciones de seguir creciendo, casi todos con armamento nuclear a disposición”.
Y pronostica que arriesgamos enfrentarnos a “una multiplicación de enfrentamientos sangrientos, de sanciones y de embargos, de limitación del comercio y de las políticas de desarrollo, de ulteriores retrasos en el cumplimiento de las metas básicas que garanticen una vida digna a todos los habitantes del planeta”.
Puede ser aún peor, siguió el Presidente, “si el clima se sigue enrareciendo y las tensiones aumentan, no habrá ya un teléfono rojo como el que vinculaba a las dos superpotencias del siglo XX, y las posibilidades de detener, aunque más no fuera in extremis, una hecatombe, se reducirán drásticamente”.
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