Comedores comunitarios de Sedesol, un fraude

No garantizan el derecho a la alimentación, no solucionan las necesidades de las comunidades y mantienen antiguos estereotipos de género.

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Regeneración, 13 de marzo 2016.- Los comedores comunitarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) se encuentran lejos de garantizar el derecho a la alimentación.

Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el derecho a la alimentación se ejerce cuando se tiene acceso físico y económico a alimentación adecuados, incluyendo que estos sean nutritivos y de calidad.

Calidad de los alimentos

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social(Conveal) realizó un estudio sobre el programa de Comedores Comunitarios, concluyendo que el consumo de los alimentos a disposición en estos comedores “puede tener un efecto negativo en la salud de la población (como) sobrepeso y obesidad, diabetes e hipertensión arterial”.

Explicó que al observar los platillos, es notorio que no se cumplen los atributos deseables, destacando que las comidas rebasan “una porción equilibrada y recomendable”, contienen alto contenido en sodio, azúcares, carbohidratos y grasas.

Entre los alimentos más utilizados son huevo en polvo, carne o sardina enlatada, chilorio y otros alimentos procesados, que al ser enlatados contienen sodio, azúcares y conservadores. A los niños, se les proporcionan café o jugos industrializados con altos contenido de azúcar y se usa mucho aceite para cocinar.

En el informe “El programa de comedores comunitarios: análisis de su diseño e instrumentación” realizado por investigadores del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo (PUED), quienes fungieron como consultores externos del Convela, podemos observar ésta como la principal razón por la que los comedores no garantizan el derecho a la alimentación.

Por su parte, Omar Garfias, Secretario técnico de la Comisión Intersecretarial para la Instrumentación de la Cruzada Nacional contra el Hambre, afirmó que se trata de un problema con las cocineras debido a que es necesario que ellas “vayan asumiendo los cambios necesarios en su comportamiento alimentario”.

Lo que las comunidades requieren es maíz y frijol

Otro de los problemas que han presentado estos comedores, radica en que algunas comunidades de Guerrero, por ejemplo, han informado que lo que realmente requieren es maíz y frijol para recuperar parcelas afectadas por las tormentas.

No sólo les llevan a las comunidades huevo en polvo y comida enlatada, sino que no toman en cuenta la opinión de las comunidades, quienes aseveran que el tema central es el maíz, alimento básico de las comunidades y que ha quedado relegado.

Además, Abel Barrera, Director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, aseguró que con este tipo de esquemas no se ha ayudado a mejorar la situación de pobreza, y ante la solicitud de las comunidades de abasto extraordinario de maíz, la respuesta de Sedesol ha sido que para “eso estaban los comedores comunitarios”.

Recordemos, que de acuerdo a información de Sedesol buena parte de estos comedores se encuentran precisamente en Guerrero.

Mujeres

Otro de los graves problemas que presenta este programa, es su falta de perspectiva de género, pues ha tenido lugar bajo el entendido que la atención de los comedores son “asunto de mujeres”, y al igual que con el Programa Oportunidades, las mujeres terminan convirtiéndose en “sirvientas” de las comunidades y en casos, del ejército, quienes operan este programa.

Estas acciones han permitido, según el estudio realizado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México “que se perpetúen estereotipos de género que imponen cargas adicionales de trabajo comunitario casi de manera exclusiva para las mujeres”.

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Actualmente, México cuenta con 4 mil 831 comedores comunitarios de la Secretaría de Desarrollo Social, sin embargo, por la Cruzada Nacional contra el Hambre, se operan 3 mil 536 comedores del DIF y otros 140 del Indesol.

 

Con información de Animal Político y La Jornada.