Consejo Supremo Indígena de Michoacán se pronuncia contra el gobierno del estado

El Consejo Supremo Indígena de Michoacán emitió un comunicado en donde se pronuncia en contra de las acciones que esta tomando el actual Gobierno del estado de Michoacán.

Regeneración, 24 de enero de 2018.-A través de un comunicado, el Consejo Supremo Indígena de Michoacán se pronunció contra las acciones que esta tomando el gobierno del estado, principalmente por la represión.

A continuación el comunicado íntegro:

Comunidades Originarias P´urhépecha a 22 de Enero del 2018.

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A las Comunidades Originarias de Michoacán

Al Pueblo de Michoacán

Hace más de 500 años, mediante la invasión española, nuestros pueblos milenarios fueron despojados de sus territorios ancestrales, desde ese entonces, la lucha histórica de los pueblos originarios del estado, es una lucha por el territorio, la tierra y el trabajo comunal, cuyos ejemplos más significativos, son la lucha de las comunidades de Naranja, Tarejero y Tirindaro que al lado de Primo Tapia combatieron por la expropiación de tierras y el reparto de haciendas, o el ejemplo del pueblo de Santa Fe de la Laguna y Elpidio Domínguez en la lucha por la defensa de la tierra comunal.

Hoy, como lo hicieron nuestros antepasados, nuestra lucha principal sigue siendo por la restitución del territorio, la tierra y el trabajo comunal. En la actualidad, existen alrededor de 60 conflictos agrarios en Michoacán, donde el principal responsable del origen y la no resolución es el Estado mexicano, al Gobierno Federal y Estatal no les interesa realmente resolver los conflictos agrarios, porque así nos mantienen divididos y aislados, la resolución de los problemas agrarios debe de ser trabajo y obra de las propias comunidades y pueblos.

Otra lucha de las comunidades originarias de la entidad, en particular de las comunidades pertenecientes al Consejo Supremo Indígena de Michoacán, es la búsqueda de la independencia de los municipios, creando consejos de gobierno comunal y planes desarrollo comunitarios, sin los partidos políticos y exigiendo el presupuesto de manera directa, exigencia que tiene su germen hace más de 20 años en los acuerdos de San Andrés Larráinzar, en el Documento Propuestas Conjuntas, donde se establece que las autoridades competentes realizarán la transferencia ordenada y paulatina de recursos, para que ellos mismos administren los fondos públicos que se les asignen, y para fortalecer la participación indígena en el gobierno, gestión y administración en sus diferentes ámbitos y niveles. Queremos autodeterminación y autogobierno para todas las comunidades indígenas.

En Michoacán desde hace más de 43 años, el Estado mexicano criminaliza, tortura y desaparece a opositores políticos, en 1974 la comunidad indígena de Tarejero fue sitiada por elementos del Ejército Mexicano, la entonces Dirección Federal de Seguridad y fuerzas policiacas estatales e iniciaron la desaparición forzada de 5 integrantes de la familia Guzmán Cruz, cuyo caso hoy se encuentra en espera de resolución en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, desde entonces, en la llamada “Guerra Sucia” en la segunda mitad del siglo pasado, fueron desaparecidos más de 20 opositores políticos, en tiempos recientes, la cifra suma más de 1000 desapariciones forzadas según organizaciones de derechos humanos no gubernamentales.

Por su parte, las comunidades y pueblos originarios de Michoacán mantienes más de 20 desaparecidos por defender sus recursos naturales, luchar por su territorio comunal, por ser oposición política o por enfrentarse al crimen organizado, hasta la fecha, ninguna autoridad ha resuelto las demandas de justicia y verdad histórica de los diferentes casos de desaparición forzada.

El caso más simbólico de represión y criminalización de las comunidades originarias, es el que sufrió la comunidad hermana de Arantepacua el pasado mes de abril, donde toda la comunidad fue sitiada, reprimida y criminalizada, en el lugar fueron asesinados por fuerzas policiales 3 comuneros y 1 menor de edad. El Gobierno de Michoacán reprime y criminaliza a estudiantes, maestros, indígenas, doctores y obreros, a cualquier opositor político. Por nuestros muertos, desaparecidos y presos políticos, por el sentir de dolor, coraje e indignación que todo esto ha provocado, no olvidamos, no perdonamos, exigimos justicia. ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! ¡Libertad a los presos políticos! ¡Libertad a los maestros de la Sección XVIII!

En la historia de nuestra entidad, han existido cuatro grandes conquistas de los pueblos originarios, la primera acontecida en el siglo XIII por los uacúsechas, quienes crearon el Señorío P´urhépecha con una extensión territorial que abarcaba más de lo que actualmente es el estado de Michoacán. La segunda durante el siglo XVI por los españoles, quienes nos despojaron de nuestro territorio, libertad y riquezas. La tercera, que fue realizada a partir de 1940 mediante las políticas indigenistas y paternalistas, “mexicanizando al indio” decían, intentaron destruir nuestra cultura, nuestro idioma, nuestra historia y nuestros usos y costumbres, pero sobre todo nuestra poderosa comunalidad. La cuarta conquista sigilosamente se lleva a cabo desde la década de 1980 con la entrada del neoliberalismo a México, a partir de ahí, las trasnacionales han saqueado nuestros recursos naturales, destruido el medio ambiente y explotado brutalmente a comunidades indígenas enteras, en la Cañada de los Once Pueblos, nuestros compañeros p´urhépecha en las siembras de fresa y arándano, propiedad de capital extranjero, no mantienen días de descanso, ni atención médica, aguinaldo o seguro de vida, el pago que perciben miserable y día a día violan sus derechos laborables y humanos.

En la comunidad de Zirahuén, desde hace mas de 10 años ambicionan privatizar su lago, en complicidad con los gobiernos en turno, buscan construir megaproyectos sin consultar a las comunidades originarias y en sus terrenos comunales, recientemente particulares construyen en contubernio con las autoridades en áreas comunes, solo la resistencia y lucha organizada de la comunidad se los ha impedido.

Las resistencias de los pueblos originarios de Michoacán, los pueblos P’urhépecha, Nahua, Hñahñú u Otomí, Jñatjo o Mazahua y Matlatzinca o Pirinda llevan más de 500 años de resistencia, dignidad y lucha indígena, han participado en todos los grandes procesos sociales país. Por nuestra historia, por nuestra cultura y por nuestros pueblos, seguiremos en resistencia y lucha. ¡Viva Juchári Uinápekua!

Con información de: El Diario Visión