Dos crímenes anti mexicanos en Los Ángeles en un día

Casi al mismo tiempo en que tres personas fueron acuchilladas en Anaheim, una familia mexicana fue atacada en el interior de su casa.

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Regeneración 29 de febrero del 2016.- Una familia, mujeres y adolescentes mexicanos fueron atacados y acuchillados por tres estadounidenses anglosajones, supremacistas blancos, mientras les gritaban “puercos frijoleros” en un patio lleno de niños, a plena luz del día; es el segundo incidente de crímenes raciales que azotan barrios mexicanos de Los Ángeles en menos de 28 horas.

Indudablemente es un “crimen de odio”, sentenció la Policía de Lancaster. “Fueron supremacistas blancos” quienes “empezaron a amedrentar a los hispanos”, dijo el sargento Deputy Maxwell.

“Decían que nos iban a matar”.

Era el cumpleaños de una pequeña, dijo. Había niños, compañeros de su escuela, maestros, ancianos, observando a los tres estadunidenses de 19, 20 y 25 años golpeando a sus padres y a los tres jóvenes mexicanos.

Sacaron sus cuchillos e intentaron cortar a dos de las víctimas”, dijo el sargento Maxwell. “Les gritaban epítetos racistas: “Heil Hitler, AV Skins”, así como “puercos” y “frijoleros”.

Fue la mujer quien sacrificó su cuerpo, interviniendo físicamente para separar estadunidenses armados con navajas de mexicanos indefensos, intentando terminar este episodio.

La policía de Lancaster no precisa si la mujer fue golpeada, apenas menciona que toda la familia entro en “pelea” contra los nazis y los tres jóvenes fueron “asaltados y golpeados”. Ninguna herida es grave ni se requirió hospitalización.

Esta historia no mejora: los estadounidenses no detuvieron su odio racial y regresaron a golpear a los tres jóvenes y a la familia en al menos otra ocasión hasta que la policía los detuvo en contra esquina del único parque de esta comunidad.

“Yo y un par de miembros de mi familia fuimos a detenerlos de que se pelearan… Nos decían que nos iban a matar”, dijo una de las víctimas al diario local Antelope Valley Times.

Esto sucedió el domingo a las cuatro de la tarde en el condado-distrito de Lake, donde un 53.6 por ciento de sus 12 mil 328 habitantes son hispanos, mayoritariamente mexicanos.

Este episodio de jóvenes y familia en Lake sucede exactamente 28 horas después de que una veintena de supremacistas del Ku Klux Klan viajaran desde distintas ciudades de California para violentar y aterrorizar inmigrantes mexicanos en otro distrito-ciudad: Anaheim, que es un 46 por ciento mexicano, también sede de Disneylandia.

Se desconoce, más no se ha descartado, un posible vínculo entre los racistas de Lake y Anaheim.

En Anaheim, Armando Campos, joven alto y fornido, atacó sin a los invasores y fue apuñalado salvajemente y hospitalizado gravemente por dos días.

La policía de Anaheim determinó que los cinco invasores detenidos eran, todos, inocentes, y los expulsaron a todos.

Donner, quien apuñaló a tres activistas anti-racismo, fue puesto en libertad pocas horas antes de que los otros tres estadounidenses de 19, 20 y 25 años abusarán de la familia y jóvenes de Lake.

Paradójicamente, los siete activistas anti-racismo de Anaheim siguen detenidos.

Los cinco miembros del Ku Klux Klan, gozan el sol de la libertad estadounidense, aplaudiendo las acciones de sus compatriotas racistas que al golpear mexicanos “realizaban el saludo Heil Hitler” y les enseñaban una bandera de la confederación estadounidense, recordándoles el origen étnico y racial de su nación.

Fuente: Excélsior