INEA, por un aprendizaje significativo ¿Cómo formar parte de dicha institución?

El INEA es un espacio de aprendizaje horizontal, es decir, tanto “asesores” como “estudiandos” se retroalimentan, pues las edades y las experiencias de vida conforman una nueva educación que apela a ser transformadora.
Foto: INEA

Regeneración, 8 de abril del 2019.-Corría el año de 1981 cuando se creó el Instituto Nacional de Educación para los Adultos, bajo el mandato presidencial de José López Portillo. Esta institución tiene como principal objetivo abatir el rezago educativo, proporcionando las herramientas y la orientación necesaria para que los “educandos” puedan concluir el nivel básico de educación de forma totalmente gratuita, a saber: alfabetización, inicio o conclusión de primaria y secundaria.

La población a la que va dirigida su proyecto nacional es a los jóvenes, a partir de los quince años de edad hasta adultos mayores de sesenta, aunque, ha habido casos en los que niños de diez a catorce años han resultado beneficiados.

¿Bajo qué modelo operan los “asesores” o “facilitadores”? La propuesta educativa tiene como nombre: Modelo Educativo para la Vida y el Trabajo (MEVyT), el cual consta de seis vertientes o especializaciones que consideran a ciertos sectores de la población tales como: los débiles visuales, niños, migrantes, personas privadas de su libertad e indígenas en un contexto rural y urbano.

Este modelo no es tradicional, está influenciado por los supuestos críticos de “alfabetización liberadora” de Paulo Freire, quien sostenía la idea de que los estudiantes deben ser partícipes y sujetos activos en el proceso de construcción del conocimiento. Respecto a la estructura curricular, ésta se encuentra organizada en módulos básicos y módulos diversificados, los primeros, son una especie de asignaturas de tronco común que están relacionadas con habilidades y conocimientos básicos como leer y hacer cuentas.

En cambio, los diversificados buscan fortalecer los vínculos familiares y sociales a través de diversos tópicos que invitan a la reflexión del entorno del estudiando. Esta última característica es una de las más importantes, de hecho, es el pilar de esta propuesta educativa, puesto que se pretende que todo aquel que curse este modelo podrá aprehender de forma más cercana los contenidos que se contemplan en el mapa curricular, ¿por qué? El motivo esencial se encuentra en el perfil de los estudiandos, es decir, es un grupo de personas que tienen experiencias y saberes adquiridos a lo largo de su vida adulta, por lo que la memorización y los datos duros no constituyen una pieza fundamental en su proceso de enseñanza y aprendizaje, en cambio, transformar su estructura mental y emocional desde su bagaje previo es la matriz del aprendizaje significativo: conocimiento en la práctica, aplicado en su vida inmediata.

Los materiales didácticos que cada estudiando necesita, son proporcionados por el INEA, bajo dos modalidades: impresos o en línea. ¿Cómo formar parte de dicha institución? Como una de sus principales metas es impulsar la educación en jóvenes y adultos mayores que se encuentran inmersos en un contexto sociocultural específico que les impidió realizar sus estudios en un sistema escolarizado, el INEA tiene sus centros educativos establecidos en amplios perímetros geográficos tanto en la capital como en la república mexicana, haciendo más accesible la circulación de saberes y de oportunidades. Según la página oficial, los trámites para ingresar a esta comunidad son muy sencillos:

  • Localiza la “plaza comunitaria” o el centro INEA más cercano.
  • Sólo lleva algún documento de identificación, en caso de no tener ninguno, el INEA puede ayudarte para conseguirlo.
  • Infórmales sobre tu vida académica para ajustar tu situación con el mapa curricular del INEA, en caso de poder revalidar algún estudio previo.

Este proyecto se sostiene gracias a los asesores, acreditadores, técnicos docentes, becarios, secretarias y por “figuras solidarias”, la mayoría, jóvenes o maestros jubilados que invierten su tiempo libre como voluntarios. Ante todos los obstáculos o limitantes que pudieran presentarse en la labor de cada uno de estos sujetos, el INEA es un espacio de aprendizaje horizontal, es decir, tanto “asesores” como “estudiandos” se retroalimentan, pues las edades y las experiencias de vida conforman una nueva educación que apela a ser transformadora.