Investigador alerta por posible riesgo de epidemia entre brigadistas del sismo

Se requiere de un censo epidemiológico y la Dirección Epidemiológica debería tener ya los datos de cuántos niños están en este problema y hacer un tamizaje de qué problemas tienen, alertó el investigador.

Regeneración, 9 de octubre de 2017.- El neumólogo e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Fernando Cano Valle, informó que los brigadistas, voluntarios rescatistas y miembros de las Fuerzas Armadas que hayan estado expuestos a los escombros de los edificios derrumbados después del terremoto deberían ser evaluados para investigar la existencia de un posible riesgo epidemiológico, así lo informa Reforma en una nota.

Esto lo señaló, luego de que varios niños que fueron rescatados del colegio Rébsamen desarrollaron neumonia y sinusitis después de ser rescatados del derrumbe.

“Estos niños, no solamente hay que vacunarlos, requieren de un tratamiento de un grupo de pediatría, requiere de la participación de neumólogos e inmunólogos porque potencialmente, independientemente del daño psicológico, las vías respiratorias están afectadas en forma aguda, hay que evitar que sea subaguda o crónica”, señaló el investigador.

Fernando Cano Valle explicó que el daño en el organismo dependerá del tipo de partículas a las que estuvo expuesto el organismo, los cuales pueden derivarse en cuadros de sinusitis, faringitis, problemas oftálmicos o de los oídos (en el caso de partículas grandes); y problemas en vías respiratorias inferiores, incluyendo neumonía, si las partículas son de mayor tamaño.

Por esto urge hacer un censo epidemiológico, en donde la Dirección Edpidemiológica debe tener los datos de los niños que presentaron algún problema y hacer un tamizaje.

De acuerdo con las cifras del gobierno de la Ciudad de México, durante los hechos de septiembre se han aplicado 13 mil 674 vacunas pero por tétanos y rotavirus, mas no por enfermedades respiratorias.

El especialista destaca que es importante realizar una campaña contra la influenza, ya que el cambio de estación podría hacer más vulnerables a las personas.