México condena que las fuerzas israelíes ataquen infraestructura civil y medios de comunicación. También lamentó la muerte de civiles.
Regeneración, 16 de mayo del 2021. El embajador representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, condenó el uso excesivo de fuerza de Israel contra el territorio palestino, en particular en la Franja de Gaza.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, pidió a Israel respetar el derecho internacional humanitario y reprobó que las fuerzas israelíes ataquen infraestructura civil y medios de comunicación. En este sentido, desaprobó el uso de cohetes y objetos incendiarios.
Asimismo, lamentó la muerte de civiles resultado de los enfrentamientos recientes y rechazó cualquier acción que ponga en riesgo la seguridad de la población, sea palestina o israelí.
El embajador destacó que la reunión era necesaria porque, hasta ahora, no había asumido su papel como uno de los principales organismos encargados de garantizar la paz y seguridad internacional. También dijo que deben respaldar los esfuerzos bilaterales de mediación; ya que no son excluyentes, sino que se complementan.
No a la interrupción de servicios religiosos
Además, señaló que nada justifica la interrupción violenta de los servicios religiosos. «Los ataques en iglesias, sinagogas, mezquitas u otros lugares de culto son deplorables bajo cualquier circunstancia. Jerusalén debe ser espacio para la convivencia armónica de las tres religiones monoteístas», comentó el diplomático.
Por ello, exhortó a las autoridades israelíes a proteger y respetar las libertades de culto, asociación y movimiento, establecidas en las resoluciones respectivas.
Juan Ramón de la Fuente llamó a líderes políticos, religiosos y sociales, tanto israelíes como palestinos, a abstenerse de incitar a las comunidades a la violencia porque se necesitan liderazgos que conduzcan a la distensión. «Mi país se pronuncia contra toda medida que intente alterar el carácter y la composición demográfica de Jerusalén Oriental», expresó.
Por último, subrayó que la transferencia de población, el decomiso de propiedades, las demoliciones, los desalojos forzados y las actividades de expansión de los asentamientos constituyen violaciones del derecho internacional y de las resoluciones de la ONU; incluida la resolución 2334. Por lo que son inadmisibles.