Santander, Bancomer e Repsol son sólo algunas de las multinacionales españolas que consiguieron jugosos contratos en México durante los sexenios de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y anteriores. ¿Hace bien Andrés Manuel López Obrador en detener esos comportamientos?
Por Ricardo Sevilla
RegeneraciónMx, 13 de febrero de 2022.- La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que, mediante contratos públicos suscritos con gobiernos que precedieron al suyo, algunas empresas españolas “saquearon a México”.
López Obrador mencionó a ciertas compañías por su nombre: Iberdrola, Repsol y OHL (ahora OHLA), empresas que, por lo demás, se encuentran vinculadas al sector energético, petrolero y de la construcción. El primer mandatario mexicano subrayó que en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se habían entregado “contratos leoninos” a dichas multinacionales. López Obrador lamentó que en España nos vieran “como si fuésemos colonia”. Tocado un punto, el tabasqueño habló de “pausar las relaciones” y de “serenar la relación” con aquel país europeo.
Es innegable que durante las administraciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), las relaciones de los presidentes mexicanos con España no sólo fueron irrespetuosas, sino de completa subordinación.
Del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pasando por las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, hasta llegar al de Enrique Peña Nieto, las empresas españolas fueron ampliamente favorecidas para extender sus (millonarios) negocios por todo nuestro país.
Para asegurar contratos millonarios en México, las multinacionales españolas no han dudado en contratar a expresidentes y exsecretarios de Estado con el fin de que develen los secretos obtenidos durante su gestión. Personajes como Felipe Calderón, Emilio Lozoya, Jaime Serra Puche, Jesús Federico Reyes Heroles y otros altos exfuncionarios del gobierno mexicano, en pos de un jugoso salario, han quebrantado el sigilo y reserva que deben observar los servidores públicos ⎼quienes, debido al ejercicio de sus funciones, conocen cierta información respecto de la cual deben guardar secreto⎼ para ponerla al servicio de las trasnacionales españolas.
LAS EMPRESAS EN MÉXICO CON CAPITAL ESPAÑOL
Durante los sexenios panistas y priístas, la inversión española reinó sobre ciertos sectores estratégicos de la economía mexicana: turismo, servicios financieros, energía, telecomunicaciones, inmobiliarios e infraestructuras de comunicaciones y transporte.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía de México, hasta 2018, había 5 mil 945 empresas con capital español en nuestro país.
LA BANCA MEXICANA EN MANOS ESPAÑOLAS
Desde hace varias décadas, el mercado bancario de México se encuentra en manos de un puñado de empresas españolas. Los dos prinicpales corporativos son el Grupo BBVA, que domina el 25.5 por ciento del mercado, y Santander, que posee el 14.6 por ciento.
Banco Santander, con domicilio social en Santander, Cantabria, hizo su arribo a México en 1950, durante el gobierno priísta de Miguel Alemán Valdés, a través de la compañía Santander Investment. Actualmente es una de las mayores y más influyentes entidades financieras del mundo. Los principales mercados donde opera son, además de España, Reino Unido, Portugal y Polonia (en Europa), Estados Unidos, Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, Perú y, desde luego, México.
Durante la presidencia de Ernesto Zedillo, en mayo de 2000, el Gobierno Federal avaló que Banco Santander adquiriera el banco mexicano Serfín, que más tarde se convirtió en el Grupo Financiero Santander Serfín, S.A. de C.V. y, finalmente, en Santander.
Jesús Reyes Heroles González-Garza, quien durante el sexenio de Zedillo fue director General de Banobras (de 1994 a 1995) y Secretario de Energía (de 1995 a 1997), actualmente es miembro del Consejo de Administración de Grupo Financiero Santander México, Casa de Bolsa Santander y Santander Consumo.
No es fortuito que el priísta Reyes Heroles González, uno de los hombres más cercanos a Felipe Calderón (lo nombró director general de Pemex, de 2006 a septiembre de 2009) sea pieza clave en los negocios millonarios que el corporativo español realiza en México.
Como ocurre cada determinado tiempo, hace un par de años Banco Santander volvió a protagonizar un escándalo de corrupción en México. En marzo de 2020 el banco español fue señalado de haber financiado las actividades de la Infoglobal en México, de la que el detenido exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, fue consejero hasta 2012.
A pesar de los muchos escándalos de corrupción y conflicto de interés que el corporativo Santander ha orquestado en varias partes del mundo, en México los gobiernos priístas y panistas nunca han dudado en seguir apoyándolo. En noviembre de 2018, la agencia británica Reuters develó que el banco español había participado, junto con otros bancos, en el mayor fraude bancario que se haya cometido desde la posguerra en Alemania. En una detallada investigación que analiza una trama de compraventas de acciones que, según las autoridades germanas, costó miles de millones de euros a los contribuyentes, como ya es habitual en las tramas de corrupción bancaria internacional, salió a relucir el nombre del Banco Santander.
BANCOMER, DE MONTERREY A ESPAÑA, PASANDO POR EL FOBAPROA
En 1991, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, Bancomer (hoy BBVA) fue privatizado y, en un movimiento que arrancó sospechas, el empresario regiomontano Eugenio Garza Lagüera, cercano a Salinas, obtuvo la mayoría de las acciones.
Durante nueve años, Garza Lagüera y sus socios hicieron de Bancomer un gran negocio personal (autopréstamos y créditos a tasa cero), hasta que, al final, la factura de aquel festín millonario tuvo que ser cubierta por el erario nacional, vía el Fobaproa.
Antes de entregar la estafeta presidencial a Vicente Fox, en julio de 2000, Ernesto Zedillo avaló que Garza Lagüera vendiera el control de la institución al grupo español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
Pero BBVA no sólo ingirió a Bancomer, también engulló a los bancos reprivatizados Mercantil Probursa, Cremi, Oriente, Promex y Unión, todos con desfalcos, fraudes, créditos y autocréditos, dando al traste con “la moderna banca mexicana” que había augurado Salinas de Gortari al intentar justificar su privatización.
En febrero de 2004, ya durante el sexenio del panista Vicente Fox, BBVA compró las acciones restantes del capital social de Bancomer S.A. para tomar la propiedad total del banco.
Jaime Serra Puche, que fuera secretario de Comercio y Fomento Industrial salinista y, ulteriormente, fracasado Secretario de Hacienda y Crédito Público de Ernesto Zedillo (renunció luego de permanecer 28 días en el cargo, tras la grave crisis económica que desató el llamado “Error de diciembre”), fue contratado, en junio de 2018, por la multinacional española para presidir ⎼y vigilar⎼ el buen curso de los negocios del Grupo Financiero BBVA en México.
Además de Serra Puche, la multinacional española BVVA también decidió emplear como consejeros a otras personalidades del mundo empresarial y académico, como Alejandro Ramírez Magaña, presidente de Cinépolis y a la investigadora del CIDE Ana Laura Magaloni Kerpel.
SABADELL, SALINAS Y PEÑA NIETO
En 1991, Carlos Salinas de Gortari también abrió las puertas de México a Banco Sabadell. Esta multinacional española, con sede social en Alicante, tiene como actividades principales la banca comercial, la banca de empresas, la banca corporativa y la banca privada, con orientación al negocio internacional. Gracias a los millonarios negocios financieros que Sabadell ha emprendido en países como el Reino Unido y México, hoy es el cuarto grupo bancario de capital privado de España.
Durante quince años, de 1991 a 2006, Sabadell operó indirectamente en México con una oficina de representación en la capital, mediante la participación del 20 por ciento que tuvo en Banco del Bajío.
Finalmente, en agosto de 2015, durante el sexenio del priísta Enrique Peña Nieto, Sabadell obtuvo la licencia bancaria para operar en México como banco comercial. Un año después, en 2016, la empresa española obtuvo la licencia como Institución de Banca Múltiple.
Ese mismo año, en su informe anual correspondiente a 2016, Sabadell consignó haber dado créditos en México a los sectores de infraestructura, energía, industria y turismo por más de 1.000 millones de dólares. Una vez más, con la ayuda del gobierno, una compañía ibérica pudo realizar jugosísimos negocios en nuestro país. De hecho, en su primer año operativo Sabadell se jactó de haber aumentado los créditos a más del 125%. Por si fuera poco, la compañía española reportó que había obtenido en nuestro país una ganancia de cinco millones de dólares.
Cabe subrayar que Jaime Guardiola, quien fuera consejero delegado de Banco Sabadell hasta el año pasado (2021) y actualmente funge como presidente de la Comisión Económica Estratégica del F.C. Barcelona, fue vicepresidente y director general de Bancomer (ahora BBVA). Y llama aún más la atención que, durante el gobierno de Vicente Fox, Guardiola fuera precisamente directivo de dicha institución bancaria en México, justo cuando BBVA decidió expandir sus negocios en México y el resto de Latinoamérica.
EL PRIAN Y SU PRÓPERA RELACIÓN EMPRESARIAL CON ESPAÑA
En el rubro de transmisión y distribución de energía eléctrica las empresas españolas Iberdrola, S. A. y Naturgy Energy Group, S. A. (antes Gas Natural Fenosa) también marcaron la pauta de ese mercado en nuestro país.
El corporativo español Iberdrola, que contrató como asesor al expresidente panista Felipe Calderón, actualmente es el mayor productor privado de electricidad en México. Esta empresa ha impuesto su servicio a más de 20 millones de personas y, tan sólo en 2019, generó el 16% de la energía eléctrica de México.
PEÑA NIETO, LOZOYA, OHL E INFOGLOBAL
Emilio Lozoya Austin, que fue uno de los principales operadores de la campaña que llevó a Enrique Peña Nieto (con la ayuda mediática de Televisa) a la Presidencia de México, tiene un currículum que deja en claro su subordinación al capital extranjero: Entre 2006 y 2009, fue director para LATAM del Foro Económico Mundial; de 2010 a 2012, fue consejero de OHL; entre 2011 y 2012, se desempeñó como consejero de InfoGlobal; de 2012 a 2016, fungió como director de Pemex. Y hoy, como se sabe, se encuentra en la cárcel.
OHL e InfoGlobal, donde Lozoya fue, en ese orden, consejero y socio son, como se sabe, empresas españolas. La segunda era propiedad del empresario español Javier López Madrid, yerno del principal accionista de la trasnacional OHL e imputado en varios casos de corrupción.
De manera inexplicable, la multinacional española InfoGlobal comenzó a ganar contratos millonarios en México. Entre las muchas transacciones que la compañía madrileña celebró sobresale un acuerdo con la mexicana Desarrolladora Homex, fechado en febrero de 2012, por 60 millones de euros (alrededor de mil 800 millones de pesos en el cambio de entonces) para poner en marcha un sistema avanzado de videovigilancia en los penales federales de Chiapas y Morelos.
No obstante, InfoGlobal ya era una empresa española consentida de Enrique Peña Nieto desde antes de haber llegado a la presidencia. De acuerdo con documentos a los que RegeneraciónMx tuvo acceso, durante la gestión de EPN como gobernador del Estado de México, InfoGlobal recibió, por adjudicación directa, dos contratos para construir una plataforma llamada Red Nacional de Telecomunicaciones y Sistema Nacional de Información en el municipio de Los Reyes Ixtacala.
De acuerdo con los contratos OP-11-0233 y OP-11-0234, la empresa de la que era socio Emilio Lozoya, precisamente en ese momento, recibió dos montos: uno por 9 millones 700 mil pesos y otro por 12 millones 989 mil pesos de parte del Gobierno del Estado de México. Según consta en el Informe Procesos de Licitación y Contratación de Obra Pública 2011, Secretaría del Agua y Obra Pública (SAOP), la empresa española recibió un total de 22 millones 689 mil pesos.
LAS TELECOMUNICACIONES ESPAÑOLAS EN MÉXICO
En el sector de telecomunicaciones, Telefónica Movistar, compañía que ha protagonizado escándalos por haber incurrido en sobornos, es el segundo operador de México con más del 20 por ciento de líneas móviles de acceso a internet, sólo por detrás de la firma Telcel de Carlos Slim.
REPSOL: ESPIONAJE, AGUJEROS FINANCIEROS Y PARAÍSOS FISCALES
En el sector de hidrocarburos, Repsol S. A., a finales de 2020, contaba con más de 250 estaciones de servicio en México. Esta multinacional energética y petroquímica española, con sede social en Madrid, ha sido investigada por haber cometido espionaje.
La principal petrolera y gasista española es, por lo demás, la empresa más contaminante de Catalunya, donde gestiona el principal polo petroquímico del sur de Europa.
No obstante, con ayuda de diferentes expresidentes y exfuncionarios de gobiernos mexicanos y latinoamericanos, Repsol ha logrado extender su negocio de exploraciones por todo el continente: en Bolivia (con Petrobras), en Brasil (con Equinor, la francesa Total, la californiana Chevron, a parte de Petrobras), en Colombia (con la privatizada Ecopetrol, la californiana Occidental Petroleum, la canadiense Frontera Energy y la británica BP), en Venezuela (con Total y la estatal PDVSA). Explota Alaska con Oil Search, controlada por el Gobierno de Papua Nueva Guinea, la banca JP Morgan, el banco corrupto más famoso del mundo: HSBC, la neerlandesa Shell, la australiana BHP y Equinor. Con la ayuda precisamente de Shell, actualmente sigue agujereando el golfo de México.
Por alguna razón (millonaria) el Plan de Exploración, la petrolera Repsol fue la empresa favorita en el sexenio de Peña Nieto.
Actualmente, ejerciendo el contrato CNH-R02-L04-CS-G10/2018, adjudicado durante el último año de la administración de EPN, Repsol Exploración México lleva a cabo la perforación del pozo delimitador Polok-2Del, ubicado en la cuenca salina del Istmo, en aguas profundas del Golfo de México.
Cabe subrayar que, de acuerdo con el Ibex 35, el principal índice bursátil de referencia de la bolsa española, Repsol es la empresa con mayor número de sociedades domiciliadas en nichos y paraísos fiscales.
En diferentes momentos de su historia, la multinacional española ha sido acusada de aprovechar la debilidad normativa e institucional de los países en los que tiene presencia para eludir sus responsabilidades legales en los ámbitos del medioambiente y los derechos de los pueblos indígenas.
Apenas el mes pasado, el 15 de enero, Repsol derramó 6 mil litros de petróleo en la costa limeña, contaminando más de un millón de metros cuadrados de mar peruano y afectando el ecosistema de 24 playas.
ANTES DE IRSE, EPN ALLANÓ EL CAMINO A CEPSA
En junio de 2019, la Compañía Española de Petróleos, S. A. U., conocida por el acrónimo Cepsa, que opera en México desde hace años, comercializando lubricantes y cuenta con tres bloques de exploración y producción de hidrocarburos, junto con Pemex Exploración y Producción y Deutsche Erdoel México, anunció que reforzaría su presencia en México a través de su red de estaciones Red Energy.
Cabe mencionar que, en junio de 2018, durante el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), quien condujo todas las licitaciones petroleras realizadas durante ese sexenio, firmó millonarios contratos (de la Ronda 3.1), donde algunos de los ganadores privados fueron precisamente Repsol y Cepsa.
Los abusos, la corrupción y la mala fama de Repsol es internacional. En 2014 Cepsa pagó más de 300 millones de euros a un conseguidor malayo, Jho Low, acusado en Estados Unidos de participar en un fraude financiero masivo a escala mundial vinculado al fondo de Malasia 1 MDB. Cepsa pagó esa suma a Low para comprarle su participación en una empresa instrumental constituida en el paraíso fiscal de Islas Caimán para adquirir la petrolera estadounidense Coastal Energy.
De ahí que las grandes empresas españolas que operan en México y América Latina sean percibidas con enorme recelo por la población. Una y otra vez, las personas ven repetirse los casos de servicios caros y defectuosos, así como los abusos sociales y medioambientales.
Tras observar estas historias de atropellos, iniquidades y complicidades con el objetivo de favorecer a las multinacionales españolas, surgen algunos cuestionamientos: ¿Hace bien López Obrador al proponer que esos lesivos comportamientos deben ponerse en pausa? ¿México merece, como propone el Presidente, “una propuesta respetuosa, fraterna, por los abusos y agravios cometidos en contra del pueblo de México y nuestro país”? ¿O se trata, simple y llanamente, de un par de preguntas retóricas?
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