¿Por qué no existe una vacuna para el Zika?

¿Cuál es el estatus del desarrollo de la vacuna contra el Zika? Y ¿cómo se compara con otros virus propagados por mosquitos que tienen impactos tan grandes en la salud en el mundo?

vacuna OMS virus Zika Emergencia internacional

Regeneración, 8 de febrero de 2016.- Conforme la alarma aumenta por el miedo al Zika, la gente comienza a preguntarse por qué no tenemos una vacuna para protegernos contra el virus transmitido por el mosquito.

El Zika es generalmente una enfermedad leve, que causa fiebre, salpullido y dolor articular, que usualmente se supera naturalmente en el transcurso de siete a diez días. Normalmente había brotes solo en las Islas del Pacífico, el sudeste de Asia y África.

Debido al bajo impacto que tuvo previamente el virus y que el costo estimado de desarrollar una vacuna es de entre 160 y 500 millones de dólares, la vacuna contra el Zica no había estado en el radar de lo urgente. Otras enfermedades severas y potencialmente fatales como la malaria, el dengue, y el virus del oeste del Nilo afectan a millones de personas cada año y ellas han sido una prioridad más alta.

Pero todo eso cambió con el explosivo brote de Zika en América y su potencial vinculo con la microcefalia (que reduce el tamaño de la cabeza y genera daño cerebral) en los bebés de mujeres embarazadas que hayan estado infectadas con el virus.

Ahora se está acelerando el proceso de hallar una vacuna contra el virus. Sabemos muy poco sobre cómo se replica , cómo causa la enfermedad ni cómo el sistema inmune se protege de la infección.

Así que, ¿cuál es el estatus del desarrollo de la vacuna contra el Zika? Y ¿cómo se compara con otros virus propagados por mosquitos que tienen impactos tan grandes en la salud en el mundo?

 

Desarrollo de vacunas

La vacuna ideal induce una respuesta fuerte del sistema inmune, provee de protección a largo plazo con muy pequeñas dosis y no causa efectos secundarios. Generar una vacuna así de manera veloz es raras veces simple.

 

Zika

La vacuna de la fiebre amarilla, desarrollada en 1938, ha sido altamente exitosa en proteger del virus, que puede causar sangrado, amarillismo, falla del hígado y del riñón, y al final, la muerte. De los 4 países en riesgo de la fiebre amarilla en África y América, 35 han incorporado vacunas contra fiebre amarilla en sus programas de inmunización infantiles.

Es una vacuna “viva”, en la cual un virus debilitado induce una respuesta inmune protectora contra subsecuentes infecciones. Las vacunas vivas generalmente aportan una protección fuerte, pero la seguridad es un asunto significativo, particularmente en la gente que tiene su sistema inmune comprometido.

 

Dengue

La fiebre del Dengue es una fiebre tropical causada por el virus del dengue, que se transmite por mosquitos. Ensayos clínicos de etapas tardías de vacuna contra el dengue ya están avanzando, y se ha conseguido la licencia para el uso de una vacuna pero hasta ahora sólo en México.

 

Chikungunya

El virus del Chikungunya ha emergido recientemente como un patógeno humano serio que causa fiebre y dolor intenso en las articulaciones que puede durar meses. Al igual que con el Zika el Chikungunya fue considerado por mucho tiempo sin importancia gracias a su distribución geográfica limitada. Su dramática expansión en la década pasada, particularmente en el sur de Asia y América, ha llevado a una movilización enorme de las capacidades de investigación médicas de los Estados Unidos para responder al riesgo de que el virus también se establezca allí.

Algunos ensayos de vacunas contra el Chikungunya ya están en marcha. Y aunque algunos investigadores han reportado resultados exitosos de éstas, aún estamos lejos de poder ver que se apruebe una vacuna.

 

¿Por qué es tan difícil desarrollar vacunas?

No existe una receta para la vacuna perfecta. A pesar de la creciente sofisticación de la tecnología de vacunas los procesos de verificación de su eficacia a menudo son muy largos y tediosos. Muchas vacunas se ven prometedoras en las pruebas pre-clínicas pero se desploman durante el proceso de pruebas clínicas.

Para muchas enfermedades infecciosas aún no sabemos qué tipo de respuesta inmunológica es la más efectiva para proveer protección. Desde que las vacunas inducen un tipo de respuesta inmunológica protectora contra las infecciones, esto puede hacer que el diseño de una vacuna sea muy difícil.

La seguridad de las vacunas es un asunto mayor. “Vivas” o “atenuadas”, las vacunas que involucran una versión relacionada o debilitada de un patógeno son a menudo las más efectivas. Pero aún así existe el potencial para estas vacunas de causar la enfermedad, especialmente en pacientes con sistemas inmunes débiles.

Las vacunas pasan por un largo proceso de análisis clínicos por reguladores antes de ser aprobadas para el uso humano cotidiano. Se trata de un proceso necesario pero representa una barrera para la pronta aprobación. Un de las vacunas más exitosas que se han producido hasta ahora es la de la viruela, una vacuna viva que probablemente no podría haber sido aprobada por los reguladores actuales debido a preocupaciones de seguridad.

Para el Dengue existe una complicación adicional. La gente que ha estado infectada de dengue previamente corren el riesgo de desarrollar la enfermedad de maneras más severas cuando se infectan por segunda vez. De la misma manera, la vacuna del dengue podría llevar también a desarrollar un versión más dura de la enfermedad una vez que la persona se topa con el virus. Esta cuestión de seguridad ha complicado y ralentizado el desarrollo de la vacuna del dengue.

 

Prioridad urgente

El Zika causa una fiebre leve en los humanos que por sí misma no representa un argumento para crear una vacuna. Pero su posible vínculo con la microcefalia en los no natos, incluso cuando no esté confirmado definitivamente, hace del desarrollo de una vacuna, y de la necesidad de su financiamiento, una prioridad urgente.

También es importante financiar investigaciones básicas que sirvan de catapulta para actuales y futuros programas de desarrollo de vacunas.

Mientras tanto, la gente en las áreas afectadas, incluyendo los viajeros, deben tener cuidado de evitar picaduras de mosquitos utilizando mangas largas, y repelentes, redes para dormir y pantallas en su ventanas.

 

Con información de IFLS.