Les pidió a los políticos ser realistas y reconocer las limitaciones humanas, pues “hay pecados que se nos salen de control”; “Jesucristo escogió a su equipo, pero Judas le salió muy corrupto”.
Regeneración, 09 de diciembre 2016.- El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, aseguró durante su mensaje semanal que “Ni Dios acaba con la corrupción”.
Dijo que los políticos exageran al prometer que terminarán con ella, ya que el dinero y el poder siempre entran al alma.
“Cuando un candidato a puestos públicos asegura y promete que acabará con la corrupción, cosa muy de alabar, olvida que el dinero y seducción del poder se meten hasta las rendijas más profundas del alma y que nadie está exento de esta tentación. ¡No hay que prometer lo que no se puede cumplir!
“Las intenciones son excelentes, pero hay que ser realistas y no demagogos. Hay que luchar contra toda corrupción, claro que sí, pero hay que ser humildes para reconocer las limitaciones humanas. Hay pecados que se nos salen de control”, sentenció Arizmendi.
Explicó que, aunque “el poder de Dios es infinito” y podría terminar con la corrupción, determinó que seríamos seres libres capaces de hacer el bien o el mal.
Además, recordó que “Jesucristo escogió al equipo central de su obra redentora, pero Judas le salió muy corrupto. No fue culpa de Jesús, sino decisión libre de Judas”.
Con información de Milenio y La Jornada.