David Bowie: el hombre de Marte a través de la historia

David Bowie nació el 8 de enero, al tiempo que Israel comenzaba a formar un estado autónomo en medio de una masacre contra el pueblo Palestino; en 1967 cuando Bowie lanzó Space Odity, Irael se enfrascaría en la Guerra de los Seis Días y dos años después el hombre llegaría a la Luna 

Por Mauricio Elí 

RegeneraciónMx.- Una leyenda y el Estado de Israel nacieron casi juntos. El 8 de enero de 1947, el icónico cantante David Bowie tomaba su primera bocanada de aire en Brixton, Reino Unido y el 29 de noviembre de ese año la nación judía mostraba los primeros signos de querer surgir.

Ese año fue testigo de otro nacimiento, pero uno muy controvertido: el del Estado de Israel. A través de la Resolución 181, Naciones Unidas estableció la división de Palestina dejando un lado para los musulmanes, uno para los judíos y un conflicto armado que persiste hasta nuestros días pues Israel ha extendido sus fronteras más allá de lo dispuesto por la ONU a pesar del rechazo palestino al plan que les despojó de la mitad de su territorio.

Junio de 1967 sería el escenario para la guerra que Israel enfrentaría con Egipto, Siria y Jordania durante 6 días, derivando en la ocupación israelí de Jerusalén occidental y la Franja de Gaza, con planes para extenderse a la parte oriental que serían rechazados por la comunidad internacional.

Mientras esto ocurría, el primer álbum de Bowie —homónimo— vería la luz bajo la firma Deram Records. El éxito vendría después, con Space Oddity (1969) que serviría a la BBC para ilustrar el alunizaje de Neil Armstrong con el Apollo 11 en ese mismo año, unos cuantos días después del lanzamiento del tema principal del disco en julio.

Sharon Tate sería asesinada menos de 20 días después. el 8 de agosto, junto a otras 4 personas en su casa. La secta encabezada por Charles Manson acabaría con sus vidas a plomo y puñaladas para luego ser sentenciados a pena de muerte en 1971, año en que Bowie presentó lo que se considera “el nacimiento del primer punto creativo por venir”: The Man Who Sold the World.

Un año después, en 1972, la pena de muerte sería abolida en California y la sentencia de la Familia Mansoncambió a cadena perpetua. Bowie no vivió para saber muerto al líder de la secta: perdió la vida en 2016 tras luchar 18 meses contra el cáncer. Manson moriría por causas naturales en 2017.

El asesinato de Sharon Tate conmocionó al múndo no sólo por su joven edad, sino porque casi fue un error: la Familia Manson atacó el predio 10050 de Cielo Drive pues fue la residencia de Terry Melcher, productor musical que, de acuerdo con EL PAÍS, habría considerado publicar la música de Charles pero rechazaría hacerlo.

Algunos consideran que Manson envió a su secta sólo para asustar al productor musical, que escuchó de él a través de los Beach Boys, pero que las cosas se salieron de control. Esa versión se pone en duda al saber que al día siguiente, sin estar presente, asesinó de 41 puñaladas a Reno y Rosemary LaBianca a través de sus correligionarios.

Melcher moriría en 2004, año en el que El duque blanco sufriría un ataque cardíaco severo en Alemania tras un concierto y que dio inicio a la década de tormento que antecedió a su muerte.

“Él no sólo debió batallar contra el cáncer; como si fuera poco, también padeció seis ataques al corazón que partieron hace mucho”, afirmaba Wendy Leigh, autora de Bowie: The Biography, según recogió La Tercera en 2016.

El legado de Bowie persiste: el pasado lunes (3.01.2022) se anunció que Warner Music Group adquirió los derechos de todo su catálogo, conjuntando toda la música del ecléctico compositor e intérprete bajo el mismo sello.

Manson, por su parte, es el centro de la segunda temporada de la serie Mindhunters en Netflix que estrenó en 2019.

Ambos alcanzaron tal fama como para ser leyendas. Ambos eran músicos, pero uno mataba por la frustración de no haber sido reconocido como ejecutante y el otro arrancaba suspiros entre sus fans que hoy mantienen viva su memoria con añoranza.

Este 2022 será recordado no sólo como el aniversario 75 de Bowie, sino como un paso certero para su sueño final: ver la consolidación de su leyenda en la paz del ostracismo.