Enfermera era ‘socia’ de empresa vinculada a Collado, pero no lo sabía

Collado, el abogado detenido por presunto lavado de dinero habría usado a empleados de sus empresas vinculadas, como prestanombres

Trabajadores de las empresas vinculadas al abogado Juan Collado eran parte del consejo directivo, sin saberlo

Regeneración, 12 de julio del 2019. Collado. Un socio y una directiva de una de las empresas investigadas en el caso Juan Collado desconocían que formaban parte del Consejo de Administración.

Juana Guadalupe Ventura Gutiérrez aparece como Comisaria de Vigilancia de la empresa Administradora Cimatario, S.A. de C.V.

Esta firma es señalada por la FGR por lavado de dinero. Sin embargo, Ventura Gutiérrez desconocía tener ese cargo.

“No tengo nada que ver con esas empresas, yo soy enfermera”, asegura.

Administradora Cimatario, S.A. de C.V., una de las cuatro empresas investigadas por la Fiscalía General de la República (FGR).

“En una ocasión el dueño de la inmobiliaria (Sergio Bustamante, quien inició la denuncia contra Collado) habló con los albañiles de la obra”, dijo.

“Les ofreció unos pesos a cambio de que le firmaran unos documentos. Ellos, con necesidad, aceptaron”, dice Guadalupe Ventura.

“Cuántas personas más no habrán caído en sus engaños”.

José David Aguilar Vega, de 74 años, aparece como socio fundador de Cimatario.

Él sostiene que fue su hermana, esposa de Bustamante, quien le dio a firmar documentos, supuestamente para testificar sobre la compra-venta de una propiedad.

“Supe que algo no estaba bien, pues hace un año la Fiscalía del estado me requirió para declarar. Yo no soy dueño de nada”, dice.

Menciona que ahora vive de una pensión de 2 mil 800 pesos y remesas que envían sus hijos desde Estados Unidos.

“Socios” con engaños

La Fiscalía General de la República (FGR) integró una carpeta de investigación sobre las empresas vinculadas a Libertad Servicios Financieros, S.A. de C.V.

Manejos relacionados con esta última empresa llevaron a prisión al abogado Juan Collado Mocelo.

Y familiares, amigos y empleados que trabajaban en las obras relacionadas a Libertad Servicios Financieros, S.A. de C.V, eran usados como prestanombres.

Empresas vinculadas

Cuatro empresas vinculadas son Administradora Cimatario, Administradora Ario, Operadora de Inmuebles del Centro y Despacho Integral de Inmuebles, todas ellas S.A. de C.V.

Las cuatro fueron fundadas en Querétaro, desde su apertura han tenido rotación de socios, apoderados y miembros del consejo e inesperadamente cambiaron de domicilio fiscal.

Una investigación periodística confirmó que si bien las personas aceptan haber firmado documentos, todas aseguran que fueron para fines distintos a los que los usaron.

Es el caso de José David Aguilar Vega asegura que fue su hermana la que le dio a firmar unos documentos.

Pero dijo que eran para testificar sobre la compra-venta de una propiedad y no vio nada malo en eso.

Aguilar Vega tiene 74 años y aparece como socio de la Administradora Cimatario, fundada el 5 de agosto de 2009.

La hermana de David es la esposa de Sergio Hugo Bustamante Figueroa, el demandante en el caso del jurista Collado Mocelo.

“Supe que algo no estaba bien, pues hace un año la fiscalía del estado me requirió para declarar sobre esta empresa”, manifestó Aguilar Vega.

“Yo no soy dueño de nada, yo trabajaba por mi cuenta vendiendo casas, poniendo anuncios en el periódico, pero desde que enfermé ya no he trabajado, estoy pensionado por el IMSS”, aseguró.

El caso de Juana Guadalupe Ventura Gutiérrez es muy parecido. Ella acepta que hace siete años fue empleada en Administradora Ario

Compra-venta

En ese entonces firmó alguna vez como testigo en transacciones de compra-venta de propiedades y ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Esto debido a que el dueño de la empresa le aseguró que le reducirían los impuestos.

“Si yo fuera socia en una inmobiliaria tendría no una, sino muchas propiedades, nunca supe para que usaron mi identidad, aseguró Lupita vía telefónica.

“Ellos tenían de todo, hasta equipos de futbol”, aseguró.

“Recuerdo que en una ocasión el dueño de la inmobiliaria habló con los albañiles y les ofreció unos pesos a cambio de que firmaran unos documentos”.

“Ellos, con necesidad de ganar más, aceptaron, cuántas personas más no habrán caído en sus engaños”, refirió.

La situación de Lupita y David contrasta mucho con la de los dueños y socios de inmobiliarias.