Estudiantes de la BUAP fabrican sillas de ruedas para perros discapacitados

Los prototipos de las sillas son colocados sobre el cuerpo del perro y este es sujetado en la parte del estómago por un arnés, de modo que las patas delanteras (en este caso) queden libres para caminar, y la parte inferior del cuerpo puede moverse con la ayuda de las rueditas.

Regeneración, 12 diciembre 2017.- Estudiantes de Ingeniería en Mecatrónica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) diseñaron prototipos de sillas de ruedas para perros, destinados a aquellos que perdieron el funcionamiento de sus extremidades y puedan volver a moverse con facilidad.

Said Rodríguez Honorato, Julio Meneses Tepox, Ricardo Guerrero Colmenero, Alejandro Álvarez Zepeda y Héctor Viveros Suárez, son algunos de los estudiantes quienes llevaron a cabo su fabricación que es a base de materiales reciclados, como tubos de PVC y ruedas de bicicleta, que reducen significativamente su costo.

La BUAP señaló que los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Electrónica donaron uno de estos prototipos al Hogar Canino Vida Nueva, para que pudiera ser usado por “Trapito”, un perro criollo que perdió la movilidad de sus patas traseras, debido a un atropellamiento.

Indicaron que otras seis sillas de ruedas serán entregadas al albergue Milagros Caninos, en la Ciudad de México, al mismo tiempo de mencionar que el diseño es parte de un proyecto de la materia Tópicos selectos de biomecatrónica.

Said Rodríguez dijo que el primer paso fue un diseño por computadora; después su fabricación con de CPVC, más resistentes y ligeros, hasta completar la estructura y ser adaptada al animal.

Señaló que los prototipos de las sillas son colocados sobre el cuerpo del perro y este es sujetado en la parte del estómago por un arnés, de modo que las patas delanteras (en este caso) queden libres para caminar, y la parte inferior del cuerpo puede moverse con la ayuda de las rueditas.

Por su parte, Ricardo Guerrero mencionó que desarrollaron una suspensión para que el perro pudiera descender de una escalera o una banqueta, tuviera mayor movilidad y no sintiera tan brusco el golpe de la bajada; por ello, “hicimos una especie de pistón al que le pusimos una cámara de bici”, explicó.

En tanto que Julio Meneses, resaltó que más allá de obtener una calificación, este tipo de proyectos permiten formar vínculos con la sociedad, como los albergues caninos, de modo que como universitarios lograron que su trabajo trascienda y tenga un impacto.

Ana Luz Muñoz Zurita, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias de la Electrónica refirió que una característica de este proyecto es que las sillas pueden fabricarse de forma sencilla, con materiales de bajo costo, lo que permitirá que personas interesadas puedan tener la suya sin gastar una gran cantidad de dinero.

 

Con información de Excelsior