Ley de Biodiversidad del PVEM privatiza áreas naturales, especies y saberes

Coalición ciudadana exige a diputados no aprobar la ley de biodiversidad que mercantiliza áreas naturales, especies y conocimientos ancestrales y exige consulta pública.

Firma Aquí contra la ley del PVEM y del PRI que viola derechos humanos y de los pueblos indígenas

Regeneración, 26 de febrero del 2017. Estos días la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Comarnat) de la Cámara de Diputados, presidida por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pretende aprobar, en fast track con el apoyo del PRI, la Ley General de Biodiversidad (LGB). Ésta abre la puerta a violaciones a derechos humanos y derechos indígenas; además, vulnera ecosistemas y especies ya de por sí amenazadas. Señaló un grupo de ambientalistas, indígenas y miembros de la sociedad civil agrupados en la Colación Ciudadana ante la Ley General de Biodiversidad.

Es violatoria de derechos humanos y al servicio de intereses privados; industria minera, energética, biotecnológica y farmacéutica las más favorecidas, denuncian.

Organizaciones campesinas, indígenas, civiles, académicas y ambientalistas, interesados en garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano, rechazan la ley que está a discusión en la Cámara de Diputados. A través de una campaña de firmas, las organizaciones y personas exigen a los Partidos Políticos en la Cámara de Diputados a detener el albazo promovido por el PVEM con apoyo del PRI, y exigen una consulta amplia de especialistas, ambientalistas, representantes de los pueblos indígenas para lograr una ley que sí protege la la biodiversidad de México que es considerados uno de los países más megadiversos del mundo.

Las organizaciones relataron que el jueves 22 de febrero, el diputado presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Arturo Álvarez Angli del PVEM, convocó la reunión para aprobar el “dictamen sin cambios”. La premura del proceso y el llamado urgente a votación pone en evidencia una fuerte presión para que la Ley sea aprobada en sus términos. Además, denunciaron la falta de transparencia y lo opaco del proceso legislativo que ponen en evidencia conflictos de interés por parte de los legisladores que la impulsan, que representan a empresas que pretenden impulsar la minería en áreas protegidas, así como la comercialización de animales, vegetales, de la biodiversidad, así como de los conocimientos de los pueblos indígenas de la naturaleza y de sus territorios.
La votación de la Minuta busca llevarse a cabo sin que haya mediado un proceso de análisis y consulta de los pueblos indígenas y campesinos, e ignorando el mandato de la Mesa Directiva de la Cámara que requirió Opinión de las Comisiones de Asuntos Indígenas (presidida por el PRI) y de Cambio Climático (presidida por el PAN). 
 
A continuación se exponen algunas de las principales deficiencias de la Minuta que pretenden aprobar el PVEM y el PRI:
 
-Omite derechos de los pueblos indígenas previstos en el artículo 2 y otros de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 
 
– Se fundamenta en el Artículo 73 XXIX-G de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que da facultades al Congreso para Legislar en materia de protección al ambiente y preservación ecológica, pero no en materia indígena. 
 
– Pretende privatizar los recursos genéticos del país y también el conocimiento de los pueblos indígenas, esto último, sin su consulta y consentimiento. 
 
-Debilita las Áreas Naturales Protegidas y los programas de protección de especies en riesgo al desestimar la causa de utilidad pública para la conservación y privilegiando los intereses de la minería y la industria energética. 
 
-Adolece de mecanismos certeros y adecuados para garantizar los derechos a la información y a la participación ciudadana. Propone la instauración de un Consejo Nacional a modo donde no se distingue entre campesinos, indígenas, mujeres o jóvenes ni entre personas y organizaciones. 
 
– Contraviene acuerdos internacionales como el Convenio de Diversidad Biológica, la Declaración de las Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. 
 
– Lejos de implementar el Protocolo de Nagoya lo aplica de manera laxa y creando conflictos entre las comunidades. 
 
– Dificulta la implementación del Acuerdo de París, derivado de la Convención Marco de Nacines Unidas para el Cambio Climático, el cual es de carácter transversal y requiere de una coherencia legislativa a nivel nacional. 
 
– Limita las posibilidades de que el Gobierno mexicano cumpla con los Objetivos del Desarrollo Sostenible y con ello menoscaba la puesta en acción de la Agenda 2030. 
 
Debido a lo anterior, la Coalición Ciudadana ante la Ley General de Biodiversidad, exige a la Cámara de Diputados que abra la revisión de esta Minuta a la participacipación de la sociedad; en particular a los pueblos indígenas quienes serán impactados directamente por la aprobación de esta Ley. 
 
Las y los legisladores tienen el mandato de representar a la sociedad, no solo a los intereses económicos de grupos empresariales. Pero, en el Senado y en la Cámara de Diputados parece que la norma es lo contrario. 
Basta recordar que esta iniciativa de ley fue propuesta y sigue siendo promovida, por la Senadora Ninfa Salinas, parte del Grupo Salinas y que además forma parte de la telebancada. 
 
Por ello, las organizaciones y personas firmantes exigen a los Partidos Políticos en la Cámara de Diputados a detener el albazo promovido por el PVEM con apoyo del PRI, y exigen una consulta amplia.
 
Nuestro país exige transparencia, participación y rendición de cuentas, no procesos legislativos a escondidas. Por ello, invitamos a la ciudadanía a informarse de lo que hay en juego con esta Ley y sumarse en esta petición para detenerla: https://goo.gl/n51PHb