Meade avaló contrato dañino de filial de Odebrecht con Pemex

En 2011, el Consejo de Administración de Pemex supo del daño económico que provocaría el contrato entre la paraestatal y la empresa filial de Odebretch en México, para el desarrollo del complejo Etileno XXI. Una acta de sesión muestra que el actual candidato del PRI desoyó la advertencia y avaló el negocio que solo benefició a la empresa brasileña.

Celia Guerrero-Alianza Mexicoleaks / Pie de Página

Regeneración, 3 de junio de 2018. El Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos, como órgano superior de gobierno de la industria petrolera, tuvo la oportunidad de suspender, en abril de 2011, el contrato celebrado entre Pemex Gas y Petroquímica Básica y la empresa filial de Odebrecht, Braskem, en consorcio con Idesa. Pero los señalamientos sobre la ilegalidad del contrato fueron rechazados, entre otros, por quien presidía en ese momento el Consejo: José Antonio Meade Kuribreña.

El actual candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue nombrado presidente del Consejo de Administración de Pemex en enero de 2011, al asumir la titularidad de la Secretaría de Energía del gobierno de Felipe Calderón. Tres meses después, el Consejo tuvo conocimiento de las irregularidades en el contrato del proyecto Etileno XXI.

A pesar de que hubo advertencias sobre las desventajas que traería para Pemex dicho contrato, la mayoría de los consejeros ignoró la sugerencia de cancelarlo.

Firmado en febrero de 2010, el contrato incluye el compromiso de Pemex para suministrar etano al consorcio privado durante 20 años, además de la construcción de la planta Etileno XXI, para procesar el derivado de este gas: polietileno.

El miércoles pasado, los medios y organizaciones de Alianza Méxicoleaks —basados en el documento original filtrado a la plataforma— revelaron que Pemex se comprometió a apoyar el proyecto Etileno XXI impulsando la modificación de aranceles para la importación de polietileno al país.

No sólo eso. Pemex dejó de invertir en sus plantas de este derivado, priorizando la inversión privada. Y en enero de 2016, el decreto de imposición de aranceles del presidente Enrique Peña Nieto terminó por beneficiar el negocio de una de las filiales de Odebrecht, el conglomerado brasileño señalado de sobornar a funcionarios públicos para conseguir contratos ventajosos. Las investigaciones judiciales alcanzan al ex director de Pemex, Emilio Lozoya, quien habría recibido 10.5 millones de dólares.

A la fecha, la planta Etileno XXI, instalada en Coatzacoalcos, Veracruz, ha significado pérdidas a Pemex por mil 900 millones de pesos, según informes de la Auditoría Superior de la Federación.

Las advertencias ignoradas

Dos horas cuarenta minutos duró la sesión del 29 de abril de 2011 del Consejo de Administración de Pemex, en la que sus miembros revisaron el análisis del proyecto Etileno XXI del Comité de Estrategia e Inversiones, el cual funge como instancia auxiliar para la aprobación de las directrices, prioridades y políticas generales de las inversiones de Pemex.

La reunión fue presidida por José Antonio Meade, quien había sido designado secretario de Energía tres meses atrás. Era la primera secretaría de Estado que ocuparía el actual candidato. Después sería secretario de Hacienda, Relaciones Exteriores y Desarrollo Social.

El Consejo de Administración de Pemex lo forman los secretarios de Energía (presidente), Hacienda y Función Pública; un representante de la Oficina de Presidencia; el subsecretario de Hidrocarburos, de Energía, y de Ingresos, de Hacienda; consejeros profesionales y propietarios; representantes del Sindicato de Pemex; un auditor externo y el jefe de Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Energía (secretario).

En la sesión del 29 de abril destacó el señalamiento de Rogelio Gasca Neri, uno de los cuatro consejeros propietarios, sobre las irregularidades del contrato del proyecto Etileno XXI. Gasta Neri no estuvo presente en la reunión, pero envió por escrito sus comentarios, que fueron leídos por Héctor Moreira Rodríguez, otro consejero propietario.

La primera falla señalada fue que el contrato no se entregó para revisión al Consejo de Administración antes de la firma: “Etileno XXI se presenta como un contrato de suministro cuando es realmente una decisión con enormes impactos estratégicos, lo cual representa una omisión de la administración”.

La argumentación principal fue que el contrato afectaría a la empresa a largo plazo, razón por la que debió ser revisado por el órgano máximo de control de Pemex.

Moreira Rodríguez fue el primer consejero en reconocer que existía una falta en este hecho y en externar que la preocupación surgía porque el tamaño de la venta de Pemex Gas y Petroquímica Básica “podría tener implicaciones sobre Pemex-Petroquímica y sobre Pemex-Exploración y Producción”.

Sin embargo, Meade defendió la legalidad del proceso alegando que “no existía ninguna obligación de presentar el contrato de suministro al Consejo, por lo que ese instrumento se había desahogado en los términos de la normativa vigente”.

La exposición de Gasta Neri también pronosticó que Pemex terminaría importando la materia prima para cumplir el abastecimiento prometido al consorcio privado, lo que finalmente ocurrió, como lo comprobó la Alianza Méxicoleas.

“Pemex va a estar importando gas y crudo para venderlos con un 20 por ciento o un 30 por ciento de descuento respectivamente. Amén de no cobrar los costos de importación, transporte ni de separación del etano”, expuso.

En el anexo del contrato en donde aparece la fórmula para calcular el precio de venta del etano a Braskem-Idesa, Gasla Neri criticó que se haya diseñado un acuerdo para aplicar descuentos al consorcio que Pemex termina por absorber.

“¿Cuál fue el criterio para establecer un factor de descuento del 30% sobre el purity ethane? ¿Por qué se aplica un descuento del 20% sobre el Henry Hub?… México no aplica ningún descuento de este orden en los precios del gas natural ni aun al más grande comprador de gas que es el sector eléctrico”, cuestionó.

El análisis del consejero está lleno de cifras, referentes internacionales, contradicciones en la estrategia de Pemex y preguntas directas al Consejo de Administración. Sus conclusiones son demoledoras: “Etileno XXI no es un proyecto integral para la industria petroquímica nacional, como se ha venido planteando, pues afecta negativamente al principal jugador de esta industria, que es Pemex. Se trata más bien de un proyecto que impulsa al sector privado, a costa de una subutilización de capacidad instalada y de un subejercicio presupuestal en PPQ (Pemex Petroquímica)”.

La exposición de Gasca Neri termina con la sugerencia de suspensión del proyecto hasta que sea analizado por ese Consejo.

Ricardo Aldana Prieto, consejero representante sindical, fue el segundo en aceptar que el contrato no se les entregó antes de la firma, aunque afectaba de manera estructural a Pemex. Meade respondió que el proceso se había cumplido y en el futuro otros contratos de suministros con importancia estratégica serían conocidos por el Consejo.

La sesión terminó con la votación a favor del acuerdo del comité, que no incluyó la propuesta de Gasca Neri de cancelar el proyecto Etileno XXI. Ninguno de los cuestionamientos expresados por los tres consejeros obtuvo respuesta.

Aquí el acta del Consejo de Pemex que prueba que José Antonio Meade, secretario de Energía, avaló el contrato pese a las advertencias de esa sesión.

ActaConsejoPemex

(Publicado en Pie de Página)