Morena lanza iniciativa para prohibir publicidad a través de llamadas o mensajes

Morena busca prohibir que empresas ofrezcan sus productos o servicios a través de llamadas o mensajes de texto, estas acciones se consideran como “hostigamiento”

 

Regeneración, 18 de noviembre de 2018. La bancada de Morena en el Senado, presentará una iniciativa de reforma que busca prohibir que las empresas ofrezcan sus productos o servicios a través de llamadas telefónicas o mensajes de texto, salvo que tengan el consentimiento expreso por parte del usuario.

Morena considera que estas acciones son un tipo de “hostigamiento” y deben ser erradicadas, por esto propone reformas a las leyes de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros, Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión y Federal de Protección al Consumidor.

“A todos nos es cercana la experiencia de recibir, diariamente y de distintos números telefónicos, llamadas con la intención de ofertar la venta de productos financieros o el cambio de proveedores de servicios de telecomunicaciones. La gravedad subyacente de estas prácticas radica en el uso indebido de datos personales en posesión de particulares”, detalla un comunicado.

LEER MÁS:  “Tres mujeres vamos a resolver el problema del agua en la CDMX”: Clara Brugada

Ricardo Monreal plantea que se prohíba a las empresas ofrecer sus productos o servicios llamando o enviando mensajes a los ciudadanos, salvo que estos previamente hayan expresado su consentimiento para ello. También propone sanciones para las compañías que incumplan la norma, aunque hasta el momento no se sabe cuales serían.

“Si bien es cierto que actualmente existen diversos dispositivos legales para combatir el acoso comercial, la realidad es que estos no han sido suficientemente efectivos para salvaguardar los derechos de los consumidores. La legislación vigente (…) deja en los usuarios la responsabilidad de solicitar la interrupción del hostigamiento, lo que —según ha sido documentado— tampoco redunda en su cese definitivo”, indica el documento.

LEER MÁS:  #Opinión: A cincuenta años