Niña migrante fallecida estaba feliz de ver un país grande, EU, y ayudar a su familia

En la aldea de la niña migrante Jakelin se deforestó el bosque para extraer aceite de palma, esto afectó la agricultura y provocó un éxodo de varias familias

 

Niña migrante fallecida estaba feliz de ver un país grande, EU, y ayudar a su familia 2

Regeneración, 16 de diciembre de 2018. Jakelin Caal, la niña migrante de siete años, originaria de Guatemala, que murió de deshidratación, fiebre y shock séptico bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, salió con su padre de su lugar de origen entusiasmada por ver un país grande y poder ayudar a su madre y abuela.

Claudia Maquin, madre de la menor y habitante de San Antonio de Cortez, en el municipio de Raxruhá, así lo narró, en la lengua maya k’iche, en una entrevista para la agencia Reuters.

“La niña dijo que cuando fuera mayor trabajaría y enviaría dinero a su mamá y a su abuela. Como nunca había visto un país grande estaba muy contenta de ir”, expresó la mujer y añadió que su padre y ella salieron de su lugar de origen buscando una salida a la pobreza extrema.

El medio también informa que el 80% de la población indígena de Guatemala es pobre y la mitad de esa cifra vive en la pobreza extrema.

Una razón de ello es la deforestación en la aldea de donde provenía Jakelin, que ha entorpecido la agricultura en una zona donde hay 40 mil habitantes, muchos de los cuales han salido también en busca de supervivencia.

La deforestación de este lugar tuvo el propósito de hacer plantaciones para extraer aceite de palma, una sustancia usada en repostería que puede ser cancerígena.

Publican lista de alimentos peligrosos por contener aceite de palma

Sobre el éxodo, César Castro, alcalde del municipio, explicó que en los últimos meses varias familias vendieron las pocas tierras que tenían para poder pagarle miles de dólares a los traficantes que los llevan a Estados Unidos.

Sin embargo, muchos de ellos acaban volviendo porque, o bien son abandonados, o las autoridades los detienen o deportan.

El pasado 13 de diciembre trascendió en medios internacionales que una niña migrante de siete años de edad, originaria de Guatemala, murió de deshidratación, fiebre y shock séptico mientras estaba bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.

La niña había cruzado la frontera de EU junto con con su padre y un gran grupo de migrantes en el desierto de Nuevo México, informó el Washington Post ese jueves.

De acuerdo con el diario estadounidense, la muerte de la niña, que no había sido reportada, será un determinante para que aumente el escrutinio sobre las condiciones de detención en estaciones de la Patrulla Fronteriza.

Además, los inmuebles de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) se están llenando con grandes cantidades de familias con hijos que buscan asilo en Estados Unidos.

Registros de la CBP señalan que la niña y su padre fueron puestos bajo custodia a las 22:00 horas (local) del día 6 de diciembre. Eran parte de un grupo de 163 personas que se entregaron voluntariamente a las autoridades.

Poco más de ocho horas después, la niña comenzó a sufrir convulsiones.

Servicios de emergencia acudieron a brindar ayuda a la niña y determinaron que ésta “no había comido ni tomado agua por varios días”. Además presentaba una fuerte fiebre.

Durante su traslado por helicóptero a un hospital en El Paso, Texas, la niña sufrió un paro cardíaco, pero fue “revivida”.

“Sin embargo, la niña no se recuperó y falleció en el hospital en menos de 24 horas”, señala el reporte de la CBP.

El reporte no reveló el nombre de la niña o del padre. Éste se encuentra en El Paso, esperando reunirse con embajadores de Guatemala.

La gencia investiga el incidente para asegurarse de que se siguieron los protocolos adecuados.

Usualmente se proporciona agua y comida a los migrantes bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, y no estuvo claro si la niña recibió provisiones o un examen médico antes de sufrir las convulsiones.

Un portavoz de la CBP expresó sus condolencias a la familia de la niña y aseguró que los agentes fronterizos “hicieron lo posible por salvar su vida en las circunstancias más difíciles”.