#Opinión: Don Javier y la niña de la maquiladora

En un relato más de pesadilla, esta es la historia de una niña cuyo espíritu deambula en una maquiladora de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y don Javier, un hombre que puede ver más allá del primer plano.

En un relato más de pesadilla, esta es la historia de una niña que deambula en una maquiladora de Nuevo Laredo, y don Javier, un hombre vidente.
Foto: Especial

Testimonio real de Ezequiel Trinidad y adaptada por Luis Orlando Montane Pineda.

RegeneraciónMx, 12 de marzo de 2022.- Hoy les hablaré de un hecho sobrenatural. Hace algún tiempo trabajé en una maquiladora donde, cierto día, la puerta del baño se abrió sola. Recuerdo que revisamos las cámaras del lugar y no vimos nada ni nadie extraño. Bueno, pues después ese hecho tuvimos un curso impartido por un hombre llamado Javier. Él era de Guanajuato y era la primera vez que visitaba Nuevo Laredo.

Cuando inició el curso nos habló de nuestros problemas personales. Nunca habíamos hablado con esta persona y nadie sabía los problemas de los otros. Don Javier nada más con vernos nos dijo cómo éramos y por lo que atravesábamos. Fue lógico que todos preguntáramos: “¿es cierto lo que dijo de ti?

Salió que todo. Lo que nos dijo el señor Javier era cierto. Este señor Javier tenía la frases de entendido y anotado para siempre. Primero nos señaló temas de nuestra vida personal, en cuestión de salud, familia… luego arrancamos con el curso. Sin embargo, no tuvo acceso al internet de la empresa y empezó a batallar con su laptop. Entonces nos pidió que lo acompañáramos al departamento de sistemas para configurar su computadora.

Fuimos con los ingenieros y, al llegar, lo primero que hizo el señor Javier fue voltear alrededor y decir: “aquí se aparece una niña, ¿verdad?” Nosotros le contestamos que habíamos visto cosas no naturales algunas veces y él respondió: “es una niña la que anda aquí y sale a jugar. Anda jugando aquí, sobre todo los domingos. Empieza a correr aquí en toda la planta”.

Eso nos dio escalofríos. ¡Él nunca había venido a la maquiladora! Y los empleados que estábamos con él recordamos que un domingo, en el área de producción, la puerta del baño —y precisamente en el baño de mujeres— se abrió. Inmediatamente relacionamos ese hecho con las palabras del señor Javier. “Es una niña. No se asusten y, si es posible, déjenle dulces cuando se retiren ahí en su escritorio para que esté más contenta”, nos recomendó don Javier.

Terminó el curso una semana después y empezamos a llevar dulces, como lo dijo el señor. Los dejábamos en los escritorios y, al otro día, cuando llegábamos ya no estaban. Varios pensamos que el personal de limpieza tiraba los dulces hasta que, en alguna ocasión, un ingeniero de sistemas nos pidió que checáramos las cámaras para confirmar quiénes se llevaban los dulces. Para sorpresa de nosotros, no se ve absolutamente nadie en las cámaras… sólo están los dulces y, de pronto, ya no.

En algún momento del video que revisamos se ve que se abre la puerta que da al área de producción. En ese momento es cuando desaparecen los dulces, pero no se ve a nadie que los agarre. Todos acordamos que sí era la niña la que agarraba los dulces.

La predicción de Medina

Gracias a don Javier, una persona como de unos 60 años que nos vino a dar un curso, supimos que era el espíritu de una niña lo que se aparecía en la planta. Este señor también le dijo a un empleado de nombre Alfredo Medina: “revisa tu salud, porque tienes una enfermedad grave”. Después de dos meses estamos, durante una junta, Medina se puso pálido y con un semblante extraño: tenía leucemia. Al poco tiempo falleció.

Incluso, un día, antes de la visita de don Javier a la maquiladora, la esposa de Alfredo Medina me pidió que le dijera que ya no jugara fútbol porque llegaba a casa lleno de moretones. Yo me pregunté, ¿fútbol? Si nosotros no jugábamos fútbol en la planta ni en ningún lado, pero él le decía eso su mujer sin saber que los moretones eran parte de la leucemia.

¿Qué te pareció este relato? Agradezco a Ezequiel Trinidad por confiarnos su historia y a ustedes por leer esta columna cada semana. No olvides seguirme y suscribirte a mi canal de YouTube Pesadilla’s Radio, compartir los videos y darme tu like. Nos vemos hasta el próximo relato, relato d pesadilla.

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