Precampañas fueron una farsa democrática con un INE débil: Arquidiócesis de México

En su semanario Desde la fe, la iglesia católica también aseguró que las precampañas son una simulación, porque que no existió diferencia entre precampañas y campañas, no se cumplió el propósito de tener campañas breves y económicas, “hubo una farsa democrática”, puntualizó.

Regeneración, 12 febrero 2018.- La Arquidiócesis de México, en su semanario Desde la fe, criticó al Instituto Nacional Electoral (INE), al cual calificó de “autoridad desdentada y débil, que tiene encima una maraña casi imposible de deshacer de forma pronta y expedita por el bien de millones de personas hastiadas de una farsa democrática y de un aparato electoral groso, que exige más y más dinero, mientras el votante soporta la inflación diaria y el repunte de precios que siguen impactando la magra y empobrecida economía de las familias mexicanas”.

Señaló que además de la Presidencia de la República están registrados al senado 95 postulantes y 695 para ocupar una curul en San Lázaro, indicó que hasta enero de este año sólo 19 habían realizado operaciones de ingresos y egresos: 1.7 millones de ingresos contra 6.2 millones de gastos.

Subrayó que la mayor opacidad se verifica entre las coaliciones presidenciales. Hasta enero pasado habían registrado más gastos que ingresos, reportando un excedente de 4.5 millones de pesos. Según el INE había ingresos por apenas 660 mil pesos y gastos por casi 5.1 millones.

También aseguró que las precampañas son una simulación, porque que realmente no existe diferencia alguna entre precampañas y campañas, ni siquiera implicó ahorro de recursos y no se cumplió el propósito de tener campañas breves y económicas, “ha habido una farsa democrática”, puntualizó.

“La reflexión es necesaria para conocer qué tan beneficioso ha sido este periodo –al que se sumarán las campañas formales– en el que se ha atiborrado de dimes y diretes a los votantes mediante una verdadera simulación electoral que defrauda el propósito de campañas cortas y baratas.”

En el editorial titulado “Hartazgo electoral”, añade que desde diciembre, salvo por un breve periodo de veda, el bombardeo de anuncios en medios se llevó a cabo de tal forma que estuvimos expuestos a una campaña plena que contraviene los propósitos de la reforma electoral, que plantea austeridad y transparencia.

Asegura que el sistema electoral mexicano parece favorecer más este irracional dispendio de recursos y precisó que en la precampaña durante las transmisiones de los mensajes de los precandidatos sólo se buscó el impacto mediático y dejaron fuera los principios de sobriedad, transparencia y equidad sin simulación.

Considera que la participación de la ciudadanía, fue reducida a un mero impacto a la masa amorfa de votantes, que no le ha quedado más que ser una destinataria pasiva de mensajes huecos, sentimentalistas, vacíos y sin objetivos en pro del bien común.

 

Con información de Desde la fe