¿Qué sucede en el SME?

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Breve historia de una heroica resistencia y una dirección sindical charrificada.

Por José Antonio Almazán G.

Regeneración, 24 de mayo de 2017. La lucha del SME puede visualizarse desde dos perspectivas. La de una heroica resistencia de hombres y mujeres a lo largo de más de 7 años de penurias y sufrimientos, cuyos proyectos de vida fueron truncados por el brutal golpe asestado por Felipe Calderón; y por otro lado la de una dirección sindical que transitó de una resistencia activa a otra pasiva y claudicante, pero sin pasar penurias y sufrimientos pues siempre dispusieron a gusto de las cuotas sindicales. Primero alentados por la posiblidad del patrón sustituto, hasta el inconstitucional fallo en contra de la SCJN (2012) y después a una claudicante postura ante el ofrecimiento de una salida negociada (2013), propuesta por el gobierno de Peña Nieto; al percatarse que para concluir la extinción-liquidación de LyFC se requería negociar con la dirección del SME la extinción del Pasivo Laboral: por 240 mil millones de pesos, en el 2009, según Felipe Calderón y de más de 341 mil millones de pesos según las últimas cifras de la ASF (2015-2016).

La dirección del SME ha negado, sistemáticamente, la existencia de ese pasivo laboral, particularmente el de 80 mil millones de pesos que le pertenecía a 14 mil trabajadores no liquidados (consistente en un fondo para el pago de compensaciones, liquidaciones, seguro sindical, jubilaciones anticipadas, etc.), pues reconocer su existencia y monto, deja sin sustento su afirmación de que no había otra salida, pues todo estaba perdido. Los dirigentes del SME prefieren acogerse a las respuestas del SAE, SENER Y SEGOB, pero no pueden ocultar el sol con un dedo. Además de ser un tema público, existen dos documentos de la ASF en donde se desglosa el Pasivo Laboral de las entidadades públicas, incluida Luz y Fuerza del Centro. Véase al respecto “Bienes Enajenados de Luz y Fuerza del Centro, Auditoría Financiera y de Cumplimiento: 15-1-06HKA-02-0097 y Evaluación número 1203 “Evaluación de la política pública de pensiones y jubilaciones“.

Más aún, como lo documente en un artículo publicado en La Jornada del 28 de noviembre de 2014, la propuesta inicial de SEGOB avalada por la dirección del SME, consistió en la creación de un fondo de liquidación que asumiera las obligaciones laborales pendientes del proceso de liquidación del proceso de liquidación, mediante la firma de un convenio de terminación de relaciones individuales y colectivas entre LFC en liquidación, y el SME. Dicho convenio tendría como objeto la constitución del fondo liquidador mediante un fideicomiso contratado en el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos y la asunción de los pasivos y contingencias derivados del proceso de liquidación del organismo. El fideicomiso otorgaría el derecho de uso o explotación de diversos activos, bienes y derechos a los trabajadores no liquidados, a través del sindicato, quien a su vez otorgaría dicho derecho, como aporte en especie, a una nueva empresa privada dedicada a la generación de electricidad. Asimismo, el gobierno federal entregaría a los trabajadores que no se habían liquidado una serie de activos conocidos como Fábricas y Talleres, a una cooperativa que el SME crearía para tal efecto.

La divulgación pública de esta propuesta en La Jornada, que prácticamente es una transcripción literal de lo leído en la Asamblea del SME de noviembre de 2014 (leída en la oscuridad y bajo prohibición expresa de grabarla, pero de la cual tengo una grabación), generó un clima de linchamiento político en mi contra, pues a decir de la dirección del SME le proporcionaba armas a los enemigos del SME. Lo relevante del caso es que sin mediar explicación alguna la propuesta fue cambiada radicalmente. No se constituyó ningún fondo liquidador, ni fideicomiso con el BNOSP, pero si se mantuvo la asunción de los pasivos y contingencias. Sin embargo el derecho de uso o explotación de activos, bienes y derechos ya no se otorgó a los trabajadores no liquidados, sino que se optó por entregarlos directamente a la Generadora Fénix. Por supuesto la dirección del SME ocultó, durante más de 2 años, que un 9% de las acciones correspondía a la Cooperativa del SME. Igualmente, en lo que hace a los bienes en terrenos, predios, baldíos que serían entregados a los trabajadores no liquidados, se optó por entregarlos al SME a través de la dirección sindical.

El 51% del capital social de la Generadora Fénix quedó en manos de la trasnacional portuguesa MOTA ENGIL un 40% le corresponden al SME y, como ya dijimos, ocultado durante más de 2 años del conocimiento de los trabajadores, un 9% a la Cooperativa del SME. En que condiciones se encuentra ese capital accionario del 49% que le corresponde al SME y su Cooperativa, ¡Nadie lo sabe! Solo Martín Esparza que las mantiene celosamente resguardada, bajo llave y en caja fuerte, y se niega a informar y entregar cuentas. ¿Cuántas acciones son y cuál es su valor monetario? Nadie lo sabe y a los que hemos exigido que se informe a los miembros del SME hemos sido sujetos de una campaña de desprestigio, amenazas y satanización.

Lo que parcialmente es del dominio público es que Martín Esparza figura como alto Ejecutivo y miembro del Consejo de Administración de la Generadora Fénix y no porque la dirección del SME lo haya informado, sino porque la información se filtró como una noticia más en el mundo de los negocios privatizadores. Lo que se ha venido asentando por la vía de los hechos es que la Generadora Fénix pretende colocarse como la puerta de entrada del capital europeo para inversión en el campo de la generación eléctrica y el codiciado botín eléctrico en la región central del país. No es casualidad que la reciente reforma de Estatutos con la cual Martín Esparza amplio, retroactivamente, la duración de su cargo sindical de 2 a 5 años fuese admitida sin mayor trámite por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.

Carentes de lógica argumental para negar su aval, en los hechos, a la privatización eléctrica recurren a sofismas como compararse con un hipotético trabajador que no por tener un empleo avala la reforma laboral o por ser asalariado avala la explotación capitalista, afirmando que no había más que la propuesta de la SEGOB en la mesa de negociación, que convirtio al histórico SME, nacionalista y democrático, en un sindicato empresarial y a la dirección del SME en patrones y empresarios, de una subsidiaria de la trasnacional MOTA ENGIL, en la que Martin Esparza forma parte de su Consejo de Administración.

¡Por supuesto que había otras salidas! Por ejemplo, entregar toda las plantas hidroeléctricas y los 40 terrenos, predios y baldíos a la Cooperativa del SME, pero seducido por el Subsecretario de Gobernación, Martín Esparza optó por abrirle el multimillonario negocio eléctrico a una de las empresas consentidas de Peña Nieto, la trasnacional MOTA ENGIL. El pasivo laboral de 80 mil millones de pesos daba para reconocer el tiempo de servicios acumulado en LyFC, particularmente a 6200 trabajadores con antiguedades laborales de entre 10 y 22 años y un promedio de edad de 45 años, que en las condiciones actuales no alcanzarán ni siquiera una pensión del IMSS. Otra alternativa era aguantar hasta el 2018, como lo planteo López Obrador.

Como último reducto argumental Martín Esparza dice que todo ha sido aprobado en Asamblea General, pero se cuida de no comentar que en el auditorio del SME caben menos de 800 trabajadores y que horas antes es copado por sus incondicionales, mientras miles de trabajadores quedan excluidos de la discusión y votación.

Sin embargo, incapaces de combatir mis argumentos, buscan desviar la atención descalificándome (argumento ad hominen) al señalar que fui diputado del PRD, pero omitiendo varios hechos relevantes. Mi desempeño legislativo en la Cámara de Diputados y en defensa de los presos políticos de Atenco, en apoyo a las Comunidades opositoras al proyecto hidroeléctrico de La Parota, en rechazo a la minera de SLP, apoyando la lucha del magiterio democrático de Oaxaca, de usuarios eléctricos de Tabasco, Chihuahua y de las Comunidades de la Montaña alta de Guerrero; la toma de la tribuna en el 2006, junto con otros diputados como Layda Sansores, Valentina Batres, Alfonso Suarez del Real, Jose Jacques y otros en repudio al fraude electoral y en apoyo a López Obrador y el rechazo a la reforma energetica junto con un puñado de diputados como consta en el Diario de Debates y las crónicas del periódico La Jornada del 26 de octubre de 2008.

Martín Esparza es el típico dirigente que bajo un disfraz con tintes pseudoizquierdistas actúa como candil de la calle mientras al interior del SME ha generado un clima de descalificación y satanizacion, reprimiendo a quienes se oponen a su mandato. Dos ejemplos entre muchos: les ha negado sus certificados como socios de la cooperativa del SME a más de 30 compañeros por el solo hecho de criticar a la dirección del SME y hace unos días anunciando públicamente, en una mítin a la salida de la SEGOB, una demanda penal en contra de Rodrigo Almazán, Mario Benitez, Josue Benitez y a José Antonio Almazán, pues nuestras denuncias en las redes sociales ponen en riesgo, a decir de la dirección del SME, la integridad física de los mismos.

En ese mar de falacias en que navega la dirección del SME, llama la atención que hayan enviado una replica a mi artículo publicado en REGENERACION. Señalando que pretendo “amarrar navajas entre el SME y MORENA“ ¿Por qué razón? Varios elementos contribuyen a explicarlo. En el 2012 Martín Esparza fue candidato a diputado federal plurinominal por el PT en la coalición de partidos que apoyaron a AMLO. En aquel entonces se desvivia en alabanzas a AMLO. Pero al no ganar la diputación pasó a una postura de descalificación permanente tanto de MORENA como de AMLO. Decenas de videos que circulan en Youtube como en Facebook dan cuenta de la denigrante campaña de Martín Esparza y sus achichincles en contra de Andrés Manuel López Obrador, para justificar su traición y su aval a la privatización elétrica, intentando darle brío a su mal logrado proyecto de OPT. Hoy, en vísperas adelantadas del 2018 y las enormes posibilidades triunfo de MORENA y AMLO, Martín Esparza busca recolocarse, lo mismo en el PRI, el PAN, el PRD e incluso MORENA, a fin de cuentas el oportunismo no reconoce ideologías, buscando el fuero de una Diputación Federal. Su periodo al frente del SME se agota y tiene muchas cuentas pendientes que rendir.