Reconstruyen padres aulas con palma para que menores vuelvan a clases en Oaxaca

Pobladores del Istmo de Tehuantepec montaron un aula con palma porque no se ha realizado la reparación de la primaria.

 

Regeneración, 14 de diciembre de 2017.- Un grupo de padres de familia de la comunidad de San Mateo del Mar, tomaron las labores de construcción de nuevas aulas de la escuela primaria Emiliano Zapta, en el Istmo de Tehuantepec, porque a tres meses desde el sismo, las autoridades no han comenzado las reparaciones.

Alrededor de 400 alumnos regresaron a clases en 10 aulas provisionales que los propios padres de familia construyeron en lugar de los 20 salones del plantel que se vino abajo.

Las aulas fueron construidas luego de que la dirección de la escuela les informó que Protección Civil y las instancias educativas dictaminaron que el plantel tenía “daños mayores” y “no era factible” que los niños tomaran clases en los salones, pues los ponía en riesgo.

El director de la primaria Juan Salomón Canales informó que para no perder clases se determinó construir los espacios de carrizo, un material liviano que abunda en la zona y con el que antes construían las casas de los huaves.

“El gobierno promete muchas cosas, pero no cumple. A nosotros nos dijo que nos iba a reconstruir las aulas y nada, no han hecho nada,. Los niños no podían regresar a los salones cada vez más dañados porque, como sigue temblando, las fisuras se siguen abriendo; pero tampoco podían seguir sin clases”, destacó.

El académico dijo que “estaba el riesgo de perder el año escolar, así que los padres se organizaron y construyeron las aulas. No es lo ideal, pero es un lugar que los resguarda de los fuertes vientos que azotan la zona; esto es temporal, porque confiamos que nos repararán la escuela”.

Para la construcción de las 10 aulas, las familias se organizaron en 10 grupos de 26 personas y tardan 15 días. Utilizan el material que ellos mismos aportan, como carrizo, palma y troncos de árboles. Los 400 alumnos se distribuyen en dos turnos. El primer turno recibe clases de 8 de la mañana las 12 del día; el segundo, de una de la tarde a cinco de la tarde. Los alumnos y maestros que más sufren por el mal tiempo son quienes asisten en el turno vespertino, ya que los fuertes vientos han alcanzado velocidades de 170 kilómetros por hora y las rachas azotan las aulas.