G7: entre tensiones comerciales y la crisis de la Amazonia

Tensiones entre los países miembros continúan, pero no dejan de lado los incendios en la Amazonia. Podrían anunciar medidas financieras para luchar contra el fuego

Regeneración, 25 de agosto del 2019. Entre señales que auguran desaceleración en grandes economías como Estados Unidos, China y Alemania, mandatarios del G7 buscan en la cumbre reactivar la economía mundial.

Según un reporte de la agencia AFP, las conversaciones están lejos de ser tersas y se han incrementado por el asunto de los incendios en la Amazonia.

Incendios en la Amazonia
Los líderes del G7 en diferentes momentos han llamado a actuar contra los incendios que amenazan al llamado “pulmón del planeta”.
Incluso algunos lo han llamado “crisis internacional” y “ecocidio” debido a las miles de hectáreas que los incendios han arrasado en Brasil, Bolivia y Paraguay.
En este contexto de tensiones, se espera que los dirigentes anuncien medidas financieras para luchar contra el fuego.
Todo esto sobre el enojo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien criticó la inclusión del tema de la Amazonia en la cumbre del G7.
Según Bolsonaro, tocar este tema refleja «mentalidad colonialista fuera de lugar en el siglo XXI”.
Trump frente al Brexit.
Capta la atención en la cumbre la reunión del primer ministro británico, Boris Johnson, con el presidente Donald Trump.
Ambos tratarán un posible convenio sobre los efectos económicos en dado caso de que se realice un Brexit sin llegar a un acuerdo.
Además, Johnson mencionó que su país está a favor de una “paz comercial” y del libre comercio dentro de la pugna en la que están envueltos Estados Unidos y China.
Trump, por su parte, argumentó que ninguno de sus aliados le había reprochado la creciente guerra comercial que ha enfrentado con China.
Su declaración dejó fuera las críticas que le ha hecho el presidente francés Emmanuel Macron al respecto.

Macron y un almuerzo sorpresa

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Donald Trump podría enfrentar en esta cumbre las consecuencias de su preferencia por seguir su propio camino, tanto en un Estados Unidos fuertemente polarizado como en un mundo interconectado.
Un texto de AP señala que el presidente francés y anfitrión, Emmanuel Macron, quien puso como prioridad de la agenda los incendios de la Amazonía, acorraló a Donald Trump en el hotel del líder estadounidense con una espontánea invitación a almorzar.
Fue una especie de demostración de poder de Macron en la cumbre, que Trump esperaba utilizar para persuadir a sus aliados a apegarse a su mantra de pocos impuestos y poca regulación.
Casi todos tenían a la mano una amenaza comercial.
La reunión del G7 se realiza en uno de los momentos más inciertos y de tensiones de la presidencia de Trump, cuando sus declaraciones públicas y decisiones se vuelven cada vez más erráticas e hirientes.
En este contexto, el presidente norteamericano enfrenta una recepción fría en el escenario mundial.
La cooperación y una respuesta colectiva son esenciales para enfrentar la desaceleración, pero Trump no parece estar dispuesto a hacer amigos.
Donald Trump se ha mofado de Alemania por sus problemas económicos justamente cuando podría requerir la ayuda de la canciller Angela Merkel y otros para restar fuerza a los nuevos aranceles chinos sobre mercancías estadounidenses.
Esas represalias comerciales, combinadas con la desaceleración económica, hacen sonar las alarmas en la campaña de reelección del presidente.