“Y que viva Cristo Rey” ǀ La ultraderecha fragmentada

El grupo “Y que viva Cristo Rey”, creado por Raúl Tortolero, buscaría instaurar un sistema en que solo de la clase media en adelante se pueda votar.

El grupo "Y que viva Cristo Rey", creado por Raúl Tortolero, buscaría instaurar un sistema en que solo de la clase media en adelante se pueda votar.

Por Miguel Martín Felipe

RegeneraciónMx, 14 de agosto de 2022.- Recientemente se celebró en Monterrey un evento denominado Congreso de la Iberosfera. Fue organizado por Carlos Leal, el exdiputado (inicialmente morenista y luego expulsado debido a sus declaraciones reaccionarias) por Nuevo León, un personaje que ha cobrado cierta notoriedad por su activismo provida y su abierta reivindicación de la ideología derechista. Por lo tanto, se trata de una nueva figura antagónica en contra del gobierno de AMLO.

El evento fue realmente discreto, pues congregó a aproximadamente 800 asistentes, pero atomizados en espacios relativamente pequeños en los que diversos ponentes impartieron conferencias. Incluso se contó con la participación de Agustín Laje, y, por primera vez en México, de Javier Milei, quien, por cierto, negó entrevista al polémico Hernán Gómez argumentando falta de tiempo y poniendo como condición el pago de 5 mil dólares, cantidad que se asume fue pagada por la producción de ADN 40, donde días antes fue entrevistado por Sergio Sarmiento y presentado por este mismo como un “gran defensor de la libertad”.

Para la difusión del evento se contó con un nuevo grupo de corte ultraconservador que al parecer usurpa el nombre acuñado por Juan Bosco Abascal para el grupo que fundó con sus amigos escindidos de FRENAAA en enero de 2021, y que en su momento tuvo pretensiones de convertirse en una fuerza política confesional con la misión de instaurar un Estado católico en México. Recordemos que ese grupo, fundado por Mario Gallardo Mendiolea (abogado guanajuatense y predicador católico), Jaime Duarte (internacionalista y predicador católico en distintos espacios), Brenda del Río (dama de alta sociedad que preside la organización ProVida) y Juan Bosco Abascal (erudito ultraderechista con formación en psicología e historia y descendiente del fundador del sinarquismo). A fecha de hoy, por problemas que van desde la baja convocatoria hasta cuestiones de salud de sus integrantes todos ellos mayores de 50 años, el grupo “Viva Cristo Rey” está al borde de la disolución. Sus espacios en redes sociales presentan muy poca actividad y la página de internet ya no está en funcionamiento.

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Es entonces cuando entra en escena Raúl Tortolero, quien se ostenta como consultor político con doctorado en derechos humanos. Tortolero formó en algún momento parte del grupo anteriormente citado, pero con el tiempo tuvo una idea muy original: crear su propio grupo con el nombre “Y que viva Cristo Rey”. A través de su página de YouTube y espacios en otras redes sociales, este grupo no tiene reparos en asumirse como de derecha. Toma como inspiración la denominada ideología libertaria de Agustín Laje y le da un cariz más confesional. Raúl Tortolero, al igual que los integrantes del grupo que ahora es la competencia, difunde videos en los que culpa a AMLO de formar parte de la conjura “judeo-masónica-luciferina” que domina el mundo desde la revolución francesa y que se instauró en México desde la revolución de 1910. Condenan no solo cuestiones actuales, sino también otras que han perdurado en el tiempo, como el Estado laico o incluso el sistema electoral, pues sostienen que solo “los mexicanos bien nacidos, pensantes y virtuosos” (léase: hombres blancos, de clase media, con estudios superiores y católicos practicantes) son los únicos capacitados para tomar las decisiones importantes del país. En otras palabras, estamos ante un grupo que buscaría instaurar un sistema en que solo de la clase media en adelante se pueda votar.

Es aquí donde comenzamos a ver una serie de contradicciones, pues la generalidad de la oposición al gobierno de AMLO pregona siempre la necesidad de formar un solo bloque y de lo importante que es permanecer unidos para remediar lo que consideran “la destrucción de México”. Sin embargo, ambos grupos cristeros se acusan mutuamente de tener masones infiltrados, de llevar una vida profana contraria a los valores católicos. Sin embargo, una de las mayores contradicciones es la declaración de principios contenida en el llamado “juramento cristero” que Tortolero ha instado a suscribir a personajes como Gilberto Lozano, Norberto Rivera o Agustín Laje. Dicho juramento contiene adecuaciones a la ideología libertaria van en contrasentido con el mensaje de humildad del cristianismo, donde la pobreza y el pensamiento comunitario son aspectos altamente valorados dentro del mensaje primigenio. A continuación, reproduzco el contradictorio juramento, el cual, por cierto, es reproducido con mucho entusiasmo en videos cortos que los seguidores de este nuevo grupo tienen a bien mandar para que sean subidos en las distintas plataformas de “Y que viva Cristo Rey”.

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«Yo, como católico, me comprometo a defender la fe sagrada, a defender a la santa iglesia, a defender a Jesucristo nuestro señor, a María santísima; a defender la propiedad privada, el libre mercado, la vida y la libertad individual».

Seamos sinceros, la aparición de grupos como este es francamente irrelevante para el rumbo que el país ha de tomar en los próximos años. Sin embargo, siempre resulta curioso analizar el fenómeno de las distintas reacciones que provoca un cambio de régimen. Muchas de estas reacciones están totalmente fuera de época y su convocatoria es sumamente reducida, pero son fascinantes piezas de museo que la coyuntura histórica en que vivimos nos permite atestiguar.

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